Escuelas de educación pública y particulares tienen un mural suyo.
Pintó escenas que ensalza la enseñanza, historia y medio ambiente.
Murió como vivió, sencillo, y dejó un gran legado artístico.
Por Isael Castillo
Para muchos padres de familia y ciudadanos quizá el nombre de Higinio González Tejada no suene mucho, sin embargo, para los trabajadores de la educación fue un compañero y amigo muy importante, pero para todos es una figura que se recuerda porque muchos, sino es que todos, apreciamos sus artísticos murales que embellecen y muestran la lucha de la enseñanza en las enormes paredes de los foros, entradas principales, interiores y accesos de las escuelas de educación pública y particular de Reynosa.
Fue el 3 de junio cuando su familia dio a conocer el deceso del ser amado, y uno de los grandes hijos del municipio de Bustamante, quien a sus 55 años dejo este mundo, y tras de él una estela de inigualable trabajo de artes plásticas que se conoció en Tamaulipas, y que hoy día tiene gran valor.
No existe plantel educativo público y privado en Reynosa que no tenga un mural alusivo a la historia, la enseñanza, el medio ambiente, la vida silvestre, el agua.
Toda su obra ha sido, y es, muy apreciada por directivos, maestros, alumnos y padres de familia de las distintas colonias de Reynosa, desde aquellas más alejadas hasta las ubicadas en el primero cuadro de la ciudad, considerando que a estas alturas de la densidad de población el primer cuadro abarcaría, inclusive, a sectores como la Longoria, Petrolera, Aquiles Serdán, Rodríguez, y quizá hasta sectores vecinos a los antes mencionados.
Hoy día hablar de Higinio González Tejada es hablar prácticamente del muralista de las escuelas de educación básica pública y particular, donde el trazo de la pintura registra lo perene de la educación y las esperanzas en el futuro, futuro mismo que se encuentra en los planteles que son hoy por hoy los semilleros de un siempre nuevo Reynosa.
La educación de Reynosa y el arte tienen una cuenta pendiente con Higinio González Tejada, quien desde el gozo de hacer lo que le gustaba, pintar, no espero reconocimiento alguno por lo que nacía de su inspiración y técnicas del arte aplicadas en sus murales.
La luz perpetua para Higinio González Tejada.