- Los afectados se desplazan a Tenejapa, Larrainzar, Yateclum y San Cristóbal de las Casas
Ciudad de México.- Unos mil indígenas tzotziles de Pantelhó y Chenalhó, en Chiapas, han huido de sus comunidades en las últimas horas debido a la violencia del crimen organizado.
Tras enfrentamientos en los que resultaron heridos seis policías estatales y tres militares el pasado jueves en las cañadas de Pantelhó, la situación provocó tensión en la zona y ocasionó que cientos se desplazaran, en busca de refugio, a Tenejapa, Larrainzar, Yateclum y San Cristóbal de las Casas.
Los centros evangélicos y organizaciones civiles han brindado apoyo a los desplazados.
Habitantes de Pantelhó denunciaron que desde hace años sufren las amenazas de la autoridad municipal coludida con grupos criminales y el Gobierno del Estado no ha hecho caso a su pedido de auxilio.
Desconsolado y preocupado por una de sus hijas, de quien no ha sabido después de los hechos de violencia, Juan, un padre de familia, relató: “Aún escucho el sonido de las balas incrustarse en mi casa de madera y rozar la lámina del techo. Sólo esperaba el momento que terminara el enfrentamiento para poner a salvo a mi familia”, compartió.
Agregó que para llegar a San Cristóbal caminaron entre cerros y veredas más de 36 kilómetros, hasta el municipio de San Juan Cancuc, para luego abordar un vehículo y buscar refugio, pues muchos de los caminos estaban bloqueados con piedras y árboles derribados.
A pesar de que las fuerzas de seguridad tomaron el control del municipio de Pantelhó, continúan llegando más desplazados a San Cristóbal de las Casas, quienes afirman que temen por su vida, ya que los grupos armados los han amenazado.
Madres y padres buscan hacer contacto con sus hijos sin tener respuesta. María contó que tiene cuatros hijos y estos viven en la cabecera municipal con su abuela.
“Mis sobrinas, mi madre y yo salimos de la comunidad, pues ya llevábamos tres días de constante balacera. No se puede hacer nada, no podíamos cocinar, salir a la milpa. Cuando todo terminó salimos rápido, sin nada, caminamos horas para ponernos a salvo, hasta llegar a San Cristóbal, pero ahora no sé nada de mis hijos”, agregó la mujer.