Zúrich.- El presidente del futbol mundial, Gianni Infantino, salpicado en los Football Leaks por su papel en la FIFA y su etapa anterior en la UEFA, insistió este miércoles en que no hizo «nada ilegal ni contrario» al Código de Ética de su organización.
Ante un grupo de periodistas en la sede de la FIFA en Zúrich, entre ellos la Afp, el sucesor de Joseph Blatter señaló que ya sabía que «no iba a ser fácil cambiar las cosas en un entorno viciado por algunas prácticas».
«Por eso comprendemos que haya contrarreacciones», argumenta Infantino. «El hecho de que haya un hijo de migrantes italianos presidiendo la FIFA puede que no guste a todo el mundo…», dejó caer.
El que fuera número dos de la UEFA y gran colaborador de Michel Platini consideró «inexactas» las revelaciones conocidas mediante los Football Leaks sobre su persona.
Según esa investigación, realizada por un consorcio de diarios europeos, la UEFA y sus dos jefes de la época (Platini e Infantino) habrían «ayudado» a París Saint-Germain y Manchester City a «maquillar sus propias irregularidades».
«Los reglamentos del fair-play financiero contemplan la posibilidad de negociaciones y acuerdos (con los clubes)», explica Infantino. «¿Y quién se encarga de negociar y de hablar? La administración», se pregunta y responde él mismo.
El fair play financiero, una norma de la UEFA, pretende evitar que un club que participa en una competición europea realice inversiones desmesuradas que le endeuden en exceso respecto al dinero que genera. Las sanciones pueden ir desde una simple advertencia a la exclusión de los torneos continentales.
Según los Football Leaks, algunos clubes, como el City y el PSG, vieron sus castigos aligerados tras hablar con la UEFA.
Infantino, que era entonces el segundo de Platini en la UEFA, habría «negociado directamente un acuerdo con el Manchester City, cortocircuitando (…) el órgano de investigación interna, teóricamente independiente».
Según esas revelaciones, Infantino habría enviado un correo electrónico a los dirigentes del City con un «regalo»: «20 millones de multa firme en lugar de 60. Los 40 millones restantes sólo serán pagados si el club no vuelve en el futuro al equilibrio financiero».
El PSG «tuvo el mismo trato, muy cómodo», se insiste en la revelación periodística.
¿No hay nada ilegal o violación de las normas de ética? «Seguro que no», asegura Infantino. «No sólo no hay nada ilegal, sino que no hay nada contrario» a las reglas de ética.
Invitación a un amigo
Otro punto caliente son sus relaciones con el fiscal de Haut Valais, Rinaldo Arnold, un amigo al que cursó varias invitaciones, entre ellas al Mundial de Rusia-2018.
«Si está prohibido tener amigos en Suiza…», ironizó el miércoles Infantino.
«Estoy muy contento y muy orgulloso de tener a Rinaldo (Arnold) como amigo. También es presidente de un club de sexta división de Brig (ciudad de origen de Infantino). Es alguien que trabaja duro por el futbol», explicó el presidente de la FIFA.
«Estoy autorizado a invitar a un amigo a un partido, no veo en absoluto cómo eso puede ser una violación (del Código de Ética). Hay cuestiones mucho más serias que pueden serlo, que son y serán estudiadas por la justicia y llegaremos a una conclusión justa», añadió Infantino, que habló de «un ataque injusto».