La ambición de Adán Augusto
Inexplicable, en un ex Secretario de Gobernación.
Increíble, en un personaje que debería tener un colmillo retorcido en los asuntos de la cosa pública y en los vericuetos de las luchas por el poder.
No debió hacerlo…
… pero lo hizo.
Adán Augusto López Hernández, cometió un error monumental.
Muy probablemente, ese sea el motivo de su evidente alejamiento de la virtual candidata presidencial de MORENA, #EsClaudia. Desde el triunfo en la contienda interna morenista, el tabasqueño tomó distancia de Sheinbaum.
No se ha sumado a las giras de la aspirante presidencial; no ha expresado abiertamente su suma al proyecto de la ex jefa de gobierno de la CDMX; no ha llamado a su equipo a sumarse a la representante nacional de la VI T.
Silencio total.
¿Qué generó ese enfriamiento entre las dos corcholatas más cercanas a AMLO?
Se supo casi de inmediato.
Adán, al calor de la competencia intestina por la candidatura, se reunió con representantes -se dice que muy altos- de las Fuerzas Armadas. No despotricó, contra ninguno de sus compañeros ni compañeras de partido; por todos, aseguró tener un gran respeto y admiración.
Su equivocación, fue filtrar un comentario misógino contra #EsClaudia.
Finamente, casi en susurro, el ex gobernador de Tabasco, filtro un cuestionamiento a los militares -palabras más palabras menos-: ¿estarían dispuestos a recibir órdenes de una mujer?
Percibiendo o no, el fondo de la opinión de Augusto, externaron los jerarcas de la milicia su postura institucional; independientemente, del género del presidente.
Se dice en corrillos de #EsClaudia, que el cónclave y los temas centrales llegaron hasta la virtual candidata presidencial de MORENA. Y obvio: fueron puestos en el escritorio del presidente, López Obrador. (Si algo ha caracterizado a las Fuerzas Armadas es su disciplina, y su destreza para informar al Ejecutivo federal, de todo hecho de relevancia política en el país; y más, cuando la seguridad del estado está en juego).
La ambición, es mala consejera.
Augusto, no entendió que AMLO lo incorporó a la puja por la candidatura, ataviado como plan B, para blindar y legitimar la candidatura de Sheinbaum.
No lo comprendió.
O más bien: la soberbia, le hizo levitar al tiempo de construirle una expectativa falsa.
Hasta antes de ese encuentro de Adán con la élite de las FA, seguía siendo el Plan B. Ahora, hasta esa posibilidad -al parecer- ha perdido.
Muy probablemente, Augusto, creyó la tesis de algunos de sus colaboradores en la cual se pone en tela de duda la firmeza y la capacidad de interlocución de Sheinbaum con el Ejército y la Marina. (Se olvida, que #EsClaudia, tiene al más eficaz negociador con las FA: Omar García Harfuch, que es visto por Ejército y Marina, como el heredero directo de la estirpe que construyeron el general Marcelino García Barragán y su hijo, Javier García Paniagua. ¿Ahora se tiene claro, el porqué del poder de García Harfuch en el círculo más cercano de #EsClaudia?).
Hablar de la liquidación del proyecto de Adán Augusto, sería prematuro. Lo cierto, es su pérdida de potencia durante todo el sexenio venidero Puede redimirse; es más: tiene que expiar sus pecados. Sobre todo, si quiere aparecer en la boleta para el 2030; al parecer, era la línea de acción de la IV T de AMLO.
Será sólo responsabilidad de él, resarcir su debilitado capital político, que con tanta fraternidad le invirtió su paisano y presidente de la república.
Está claro: López Obrador propone…
…y la ambición dispone.