- La prevención debe iniciar en la infancia; en sobrevivientes a infarto, el ejercicio regular disminuye riesgo de volver a infartarse, afirma el médico Enrique Gómez Álvarez.
- Son los hombres más propensos a sufrirlo, agregó el especialista del CMN “20 de Noviembre”.
- A través de las Jornadas de Bienestar “El ISSSTE Contigo” se realizan pruebas de detección oportuna de diabetes e hipertensión, factores de riesgo para padecimientos cardiovasculares, indicó el Director General, Luis Antonio Ramírez Pineda.
Ciudad de México.- “Una tercera parte de los fallecimientos en México son ocasionados por enfermedades cardiovasculares, de las cuales la más frecuente es el infarto agudo al miocardio, primera causa de muerte a nivel mundial”, informó Enrique Gómez Álvarez, Jefe de la División de Cardiocirugía del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”.
Por su parte, el Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, subrayó la importancia de que los varones acudan a chequeos médicos en sus clínicas y en las Jornadas de Bienestar “El ISSSTE Contigo” que visitan las dependencias públicas, donde se les realizan pruebas de detección oportuna de diabetes e hipertensión, factores de riesgo para padecimientos cardiovasculares.
Al respecto, el especialista Enrique Gómez dijo que “estos padecimientos y muertes pueden prevenirse con medidas básicas al alcance de todas las personas, como integrar la ejercitación física regular y adoptar una alimentación balanceada rica en frutas, verduras y limitada en carnes, grasas, lácteos y sus derivados”.
“Hay evidencia científica de que la práctica de ejercicio físico efectivo y regular desde la infancia disminuye hasta en 20 por ciento el riesgo de sufrir un infarto, pero incluso en personas sobrevivientes que ya los han enfrentado; hacer ejercicio constante abate el riesgo de reinfartarse”, enfatizó.
El síntoma cardinal de infarto cardiaco, precisó Gómez Álvarez, “es un dolor de tipo opresivo en el pecho, a veces hay sudoración, se irradia o transmite hacia la mandíbula y el brazo izquierdo y, en ocasiones se confunde con dolores en la boca de estómago; en cualquier caso, si una persona presenta estos síntomas debe ir presurosamente al hospital más cercano a solicitar ayuda”.
“En la medida que en un paciente con infarto se atiende desde los primeros minutos y hasta máximo ocho horas, es posible salvar la vida, rescatar parte del músculo cardiaco y limitar daños y secuelas a los pacientes”, subrayó.
Por último, el especialista del CMN “20 de Noviembre” recomendó a la población no confiarse, pues la enfermedad cardiovascular que conduce al infarto es multifactorial y en ella influyen tabaquismo, predisposición genética, obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes e hipertensión arterial.