Ciudad de México.- La acusación por delincuencia organizada y «lavado» de dinero en contra del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, está sustentada en un solo testigo colaborador de la Procuraduría General de la República (PGR).
La figura fue utilizada de manera indiscriminada por la PGR en el sexenio anterior para acusar a servidores públicos; sin embargo, al no tener sustento, sus casos se vinieron abajo. Hoy, la dependencia recurre a la práctica como parte de su estrategia contra el veracruzano.
El testigo colaborador en el caso de Duarte es Alfonso Ortega López, quien formó parte del grupo de personas reclutadas por el ex gobernador para desviar recursos del erario, se muestra en la causa penal.
Ortega declaró que Duarte le pidió recibir recursos para después invertirlos, por lo que constituyó empresas mediante las cuales se adquirieron inmuebles.
La orden de aprehensión en su contra no fue cumplimentada por la PGR a cambio de dar información sobre los movimientos del dinero y los cómplices de Duarte.