- Los esmeraldas ganaron 2-0 a los Tiburones, sumando así su octava victoria consecutiva
Ciudad de México.- En una noche de contrastes en la tierra donde «la vida no vale nada», los aficionados de La Fiera tuvieron una fiesta en casa porque León le pasó por encima 2-0 al cuadro de Veracruz, sumando así su octavo partido ganado al hilo. En una diametral diferencia de sentimientos, los jarochos cayeron por séptima ocasión en el certamen e hicieron oficial su descenso, el más rápido en torneos cortos, al cierre de la jornada 11 del Clausura 2019.
En el papel, el mejor equipo de la Liga MX debía arrollar al que peor juega desde hace cuatro torneos. En la cancha, en todos los renglones, el cuadro esmeralda superó por mucho al conjunto veracruzano. El marcador no fue más abultado porque en la portería, los del Puerto tienen un fortín más grande que el de San Juan de Ulúa: Sebastián Jurado, un chamaco que se está forjando a base de muchos goles en contra pero de un número mucho mayor de atajadas espectaculares en favor de su equipo.
León debía aprovechar el «ceviche» que llegaba desde el Golfo. Lo hizo. Apenas corría el minuto 8 en el Estadio León y los guanajuatenses se fueron arriba en el marcador por conducto de Jean Meneses. Al 40′, José Juan Macías (que mucho lo extrañan en la Perla Tapatía), colocó el segundo arponazo en un Tiburón que ya respiraba por las heridas y no por las branquias.
En la segunda parte, los felinos se echaron hacia el frente. La cabaña escarlata fue bombardeada pero Jurado se batió bajo los tres palos y evitó una nueva goleada… algo a lo que se ha tenido que acostumbrar en su primer torneo como titular en la Primera División.
Eduardo Galván, el árbitro central, decretó la derrota. Las lágrimas de los jarochos empezaron a escurrir por sus mejillas ante el intento de consuelo de los futbolistas esmeraldas. Se consumó el descenso de Veracruz y La Fiera hizo historia con su mejor racha de victorias al hilo, por ahora es líder y está virtualmente clasificada.
Del lado de los del Puerto, sólo queda asimilar el descenso y juntar los 120 millones de pesos que, al término del certamen, les daría la posibilidad de continuar en el máximo circuito.