Por Oscar Díaz Salazar
Entre las múltiples condiciones que le pusieron al presidente municipal de Victoria, Eduardo Gattás, para permitirle buscar la reelección, una de estas fue la de despedir a la runfla que lo acompañó en el primer periodo trianual y le ayudó a saquear al ayuntamiento capitalino.
La clicka del Payo Gattás, compuesta por individuos muy parecidos al jefe de la pandilla, por alter egos del líder, debería ser despedida y dejar los cargos a servidores públicos que además de decentes y honrados, fueran eficientes y conocedores de las tareas que les asignarían.
Desde luego que esos buenos funcionarios le serían impuestos al Payo Gattás, pues en su círculo de amistades y conocidos, en el ambiente porril en el que se ha desempeñado Gattás, no hay individuos con esas características.
Esa condición, como muchas otras que le impusieron a Gattas para conservar la presidencia, la cumplió a medias, y con el tiempo la ha venido omitiendo, siendo esta una situación que ya a nadie sorprende pues está más que comprobado que el Lalillo Gattás no tiene palabra.
Los lalistas químicamente impuros, como su jefe, no fueron despedidos ni dejados en el abandono, su patrón Gattás les mantuvo la beca que paga el pueblo de Victoria y si bien ya no son Directores ni Jefes de oficina, siguen conservando los buenos salarios, las compensaciones, las prestaciones, lo que dejan los negocios y, poco a poco, recuperan la influencia y las responsabilidades que antes tenían, con la ventaja de ya no tener las responsabilidades.
Transcribo a continuación (copy and paste) el mensaje que me envía un grupo de empleados de la administración municipal de Victoria, enlistando los funcionarios del trienio anterior con su cargo anterior y actual:
Enrique Calderón, antes: Director de Gobierno, ahora: asesor en la Secretaria del Ayuntamiento; Roberto Huerta, antes: Director Jurídico, ahora: Asesor en la Secretaría del Ayuntamiento; José Hernández Cuesta, antes: Director de Participación Social, ahora: Asesor del alcalde; Jorge Bello, antes: Secretario de Desarrollo Económico y Turismo, ahora: Asesor del alcalde; Heriberto Zárate, antes: Secretario Particular, ahora: Asesor del alcalde; Jesús González Macías, antes: Director de Análisis y Estrategia, ahora: Asesor del alcalde; José Manuel Chapa, antes: Titular de Transparencia y Acceso a la Información, ahora: Asesor del alcalde; Diana Brisseida Céspedes, antes: Secretaria de Desarrollo Económico y Turismo, ahora: Asesora no es seguro si del alcalde o de su esposa en el DIF.
¿De qué le sirven tantos asesores al Payo Gattas?