POR José Inés Figueroa Vitela
Los motivos de la Banda delincuencial que asaltó el poder público estatal durante el pasado sexenio, para mantener putrefacta la estructura jurisdiccional, siendo del dominio público, tiene confirmaciones recurrentes a los ojos de la opinión pública.
Las dos primeras consignaciones que la Fiscalía del Estado hizo, respecto de las primeras 56 denuncias por las irregularidades encontradas en el nuevo gobierno se hicieron, evidentemente de manera deliberada, a modo de que no procedieran.
Los jueces determinaron en un caso que no había elementos para vincular a proceso la carpeta enviada por el Fiscal, y en el otro caso la “reclasificación”, de la misma manera, porque el “representante social” hizo mal su trabajo.
Y aún cuando los fiscales cómplices del exgobernador y su pandilla, en algún momento se pusieran a hacer su trabajo, los tamaulipecos sabemos que, tampoco los Magistrados fueron electos por haber tenido los requisitos, capacidades, experiencia, sino en base a las relaciones “íntimas” con los jefes de la banda a la que siguen perteneciendo, y en consecuencia, jamás moverán un dedo, emitirán o avalar´án una sentencia, que pueda afectarles.
Imagínese, si una Magistrada fue Directora del DIF estatal, de donde se dieron no pocas desviaciones y su marido, fue el titular de Comunicación Social, al que en su tiempo se documentó el pago de facturas a empresas inexistentes, además de ser público y notorio, cómo creó medios “patito” para pasarse el presupuesto de un bolsillo al otro.
Así, desde el Presidente del Supremo Tribunal, hasta todos los Magistrados que el exgobernador de triste memoria “sembró” en el máximo órgano jurisdiccional local, tienen documentados delitos que han cometido, por los que no solo estarían cesantes hace mucho, sino sometidos a buen resguardo.
Y todavía se atreven a criticar al nuevo orden, haciendo proclamas mentirosas para justificar los nombramientos, que son confesiones de complicidades y coincidencias inmorales, hasta las cúpulas de la oposición nacional.
El récord de desapariciones durante el pasado sexenio, la violación constante a los derechos humanos, las ejecuciones extrajudiciales por grupos paramilitares al servicio del delito comandado por el ex, son solo botones de muestra en el rosario de atrocidades dispuestas y ejecutadas por el ahora Coordinador de Seguridad del frente nacional prianista.
Nunca hubo y nunca más habrá más perversidad institucional, a la que se dio en la administración estatal entre el 2016 y el 2022, con FRANCISCO JAVIER “N” y la banda que desde la Fiscalía, el sistema de administración de justicia, la auditoría superior y los infiltrados en el aparato electoral, pretenden perpetuar.
Claro que las proclamas de “bondades” del ex no aguantan la menor comparación con la realidad, como es un hecho, que la transformación de Tamaulipas, bajo el liderazgo del Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, camina a paso firme y tranco amplio.
El corte semanal de la incidencia del delito, presentado por el Vocero de Seguridad, JORGE CUELLAR MONTOYA, dejó constancia de que no solo los delitos de alto impacto van a la baja.
También los delitos del fuero común están cediendo, a la estrategia y los esfuerzos del actual gobierno estatal, con una constante que en la última semana pasaron de 9, a 5 robos reportados, solo dos de ellos con violencia.
La instalación, Toma de Protesta y Sesión Extraordinaria del Consejo Estatal de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible del Estado, encabezada por el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, fue otra muestra de lo que va haciendo la diferencia.
En el pasado neoliberal, conservador y delincuencial, además del delito institucionalizado, la economía del consumismo y el desecho industrial, generó las grandes afectaciones al planeta que amagan su subsistencia y generan cambios medioambientales que a todos nos afectan.
A ello se refirió el doctor AMÉRICO, en la ceremonia aquella, donde habló de la nueva economía circular, de los esfuerzos institucionales y las convocatorias a la sociedad, para en una nueva conciencia y esfuerzo compartido, trabajar para la recuperación y reversión de los daños causados.
Con el gobernador, gabinete, alcaldes y representantes populares, sellaron un compromiso al respecto, ante la representación del gobierno federal.
Pocos faltaron al encuentro, entre ellos la alcaldesa de Nuevo Laredo, CARMEN LILIA CANTUROSAS, nadie supo explicar por qué.
Entre los asistentes, destacó la imagen del jefe edilicio reynosense, CARLOS PEÑA ORTIZ, no solo por su estatura y juventud.
Hay quienes consideran que es de los primeros, quienes tienen asegurada la reelección, en base a su desempeño.