POR José Inés Figueroa Vitela
¿Le parece descabellada la idea que la próxima legislatura, sea quien sea por quien voten los tamaulipecos, se conforme a sangre y fuego a modo de los intereses de un individuo?
¿Se imagina que el delincuente mayor pueda amenazar, secuestrar, agredir -si no quiere o no puede comprar conciencias-, a los seres queridos de los diputados electos para que voten por un personero?
No se si lo lograron, porque ayer tarde seguían los tironeos tratando de impedir se consumara el albazo legislativo, que amenaza con obscurecer el futuro de la actual y futuras generaciones.
Créalo, en Tamaulipas ya se han cometido ese catálogo y muchos más delitos de parte de la clase gobernante comandada por aquel, que ahora busca la forma de perpetuar sus perniciosas praxis, antes de que se cumpla el reciente mandato de las urnas.
Aunque nos quedamos en la iniciativa que no se alcanzó a presentar el lunes y se votó en comisiones, sin convocar a los integrantes de MORENA, en realidad esa era la mínima parte de la otra reforma, que sin leerse, se metió por correspondencia en la misma plenaria e igual, se sacó en dictamen favorable.
Luego entonces, no es solo la reforma al artículo 29 de la Ley Sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso, que eleva a la mayoría calificada -dos terceras partes de los diputados- los votos para elegir al Presidente de la Cámara.
De suyo, ese es el apartado que trastoca las primicias de la voluntad ciudadana expresada en las urnas, al eliminar que sea el coordinador de la fracción del partido más votado el que Presida el Congreso.
Ello conlleva la mentalidad corrupta y corruptora del PAN, que en las últimas dos legislaturas, a través de la amenaza o la compra de conciencias, se ha agenciado la mayoría de los votos legislativos, sin haberlo ganado en las urnas.
Y de ahí, la seguridad que si ya no tendrán las charolas para delinquir en la impunidad, será de manera directa como van a amenazar, golpear, privar de la libertad a quien se les antoje, para ganar la mayoría y seguirse quedando con el control del Congreso, ensanchando sus mantos de impunidad y saqueo público.
De esto último se trata el resto de la iniciativa que no se publicitó y “se coló” en el dictamen, de la que el artículo 29 aquel, era percata minuta.
Acá eran 8 los artículos a reformar de la misma ley interna del Congreso.
Entre las otras reformas, se considera eliminar la sanción y promulgación del Ejecutivo, a las resoluciones del Pleno Legislativo, fuera de las que expresamente sean obligadas o de las que se disponga en los artículos transitorios de la resolución.
Esa “o” permisiva se repite en varios de los apartados a reformar.
Evitar con aquello, en principio, los vetos que como nunca, este gobierno expidió contra todas las reformas que cuando fue mayoría, promovió y aprobó la bancada de MORENA.
Igual quita la obligación de que sea en el salón de plenos y al término de la sesión, cuando la presidencia del Congreso deba firmar las leyes, acuerdos y decretos que se expidan; es decir, validar decisiones “en lo obscurito”, como la reforma misma.
Y como los secretarios de la mesa directiva deberían ser de partido distinto al de la presidencia (primeros sometidos por el PAN-gobierno en esta legislatura), para ya no tener que gastar en ello, la reforma les retira a aquellos la personalidad jurídica del Congreso, para dejarlo solo en la Presidencia, igual eliminándose la injerencia en la firma de acuerdos, leyes y decretos.
La remoción de los integrantes de la mesa directiva, tambiés se supedita a la votación de la mayoría calificada y la elaboración de la orden del día, se quita a la Junta de Coordinación Política para depositarla en la presidencia de la mesa.
“Por lo que concierne a la elección para la designación del Presidente del órgano de dirección política de este Congreso, consideramos que en lo sucesivo, cuando exista una propuesta para tal efecto, esta deberá aprobarse mediante las dos terceras partes de los integrantes del Congreso, para garantizar con mayor amplitud la decisión democrática que se tome sobre este particular”, justificaron en la reforma aquella, a contrasentido de lo que ellos hicieron en esta legislatura.
Igual aluden a los asesores y su participación en las sesiones como en las comisiones, además de la modificación de actas, desechando planteamientos de las otras fracciones y a modo de sus praxis.
Pero el mayor trampolín a sus aviejas intenciones, se concentra en la modificación al artículo 109, con una serie de incorrecciones de redacción y definición, pero que busca reunir en un solo apartado la mayoría absoluta y la calificada de votos, una referente a las dos terceras partes de todos los diputados y la otra a las de los presentes en la sesión.
La definición de mayoría absoluta, se la endosan a la “mayoría relativa de votos”: la emitida por la mitad más uno de los los diputados que integran la legislatura.
Desaparecen el término de “mayoría absoluta de votos” y su definición la agregan a la “mayoría calificada de votos”: la emitida por las dos terceras partes de los diputados que integran la legislatura.
De esa manera generan la ambigüedad, para el uso indistinto, a modo, de la mayoría calificada, entre que si son las dos terceras partes de todos los diputados o sólo los que estén presentes en la sesión.
Lo que mejor se les acomode.
Por eso el reclamo airado, por eso la manifestación pública, por eso la toma del Palacio legislativo por las huestes morenistas y la clausur del salon de plenos de parte de sus diputados.
No querían que se celebrara la sesión plenaria donde aprobaran aquellas aberraciones.
Aunque en la orden del día publicada en la página oficial del Congreso no se incluía los dictámenes probados de manera unilateral y apresurada por los panistas, conociéndolos como se les conoce, era muy de esperarse que lo metieran como un “acuerdo de última hora”.
Al cierre de la presente redacción, el salón de plenos seguía tomado por los diputados morenistas y las galerias, por sus simpatizantes, los mismos que el día de la víspera se habían fajado, igual por hacer abortar la sesión en que justificaron la presentación de las iniciativas.
“Estamos dispuestos a hacer todo lo que sea en necesario” dijo el expresidente del Congreso ARMANDO ZERTUCHE ZUANI.
Esperaban ue salieran los del PAN a darles las grantías de que no habría más albazos, ni “leyes gandalla”.
Los azules, encerrados en l sala de juntas del Presidente, pretendian dar por buena una sesión fuera del salón de plenos, donde otra vez, se despacharán solos, con la cuchara grande.
En esas andamos.