“La soberanía e integridad territorial de España son y permanecen inviolables”, declaró Steffen Seibert, portavoz del gobierno de Alemania, uno de los primeros en rechazar la decisión; a esta postura se sumaron Francia, Reino Unido, Italia, Polonia, Portugal y Estados Unidos; mientras que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Bélgica y la ONU, llamaron a que se solucionara la situación.
Más adelante, otros países como Lituania, Chipre y Serbia, también mostraron su apoyo a España, de igual forma que en América, donde Argentina, Colombia y México se pronunciaron en contra de la resolución catalana.
“México no habrá de reconocer una declaración unilateral de independencia catalana”, señaló Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en evento conmemorativo de las Naciones Unidas en México.
Por su parte, el presidente español, Mariano Rajoy, pidió “tranquilidad a todos los españoles. El Estado de Derecho restaurará la legalidad en Cataluña”, e inmediatamente inició con procedimientos para combatir la decisión unilateral, como cesar al gabinete catalán, cerrar las oficinas en el exterior que tiene dicha región y llamar a elecciones en Cataluña, para el 21 de diciembre.