POR GRICELDA GUERRA ROMERO
Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver y asi está sucediendo con el dirigente priista Alejandro Moreno, a quien la ambición, terquedad y soberbia lo superó, al grado que buscó la modificación de los estatutos del Partido Revolucionario Institucional para su reelección y seguir siendo dirigente hasta el 2032, bueno si para entonces aún existe partido, porque al paso que van tiende a desaparecer.
Y es que ni las firmas y protestas de destacados militantes priistas, de diferentes puntos del país, lograron que Alito entrara en razón y se abstuviera de buscar la modificación de los estatutos, cosa que sucedió este domingo, con lo que para muchos priistas pues pasara de ser dirigente partidista para convertirse en un dictador, aplastando las demandas de sus afiliados partidistas.
Con el abuso por parte de Alito Moreno, no solo los priistas sino muchos mexicanos afirman que el será quien ponga el último clavo al ataúd, por lo que ven muy difícil que el PRI logre llegar a los 100 años, dado a que en el último proceso electoral perdió estados y posiciones en municipios, Congresos Locales, de la Unión, asi como en el Senado, prácticamente quedando a un tris de desaparecer, al caer a la tercera posición, a nivel nacional y a nivel estatal al cuarto lugar, al ser superados por el partido Movimiento Ciudadano.
Incluso en las redes sociales no faltó quien publico una esquela del PRI, lamentando su “deceso” político, la que al poco tiempo fue manejada como fake news, aunque eso más bien eso es algo que ya se está viendo venir ante los acontecimientos que se están presentando, algo asi como una crónica de una muerte anunciada, y más ante el empecinamiento del mismo Alito, que culpa al pasado priista de la estrepitosa derrota, asegurando que al interior del partido están los asesinos de Colosio y que van por ellos, que eso fue la causa de las derrotas del PRI, pero Alito bien que ha puesto su granito o mejor dicho toneladas de arena para sepultar al que fuera todopoderoso partido oficialista, ocasionado que de 10 gubernaturas que tenía el PRI al inicio de su gestión, pues ahora solo le quedaron dos estados gobernados por su partido, pero parece que para Alito eso es peccata minuta.
Tan solo en Tamaulipas sola una diputación local se logró agenciar, y eso por la vía plurinominal, ante la pobre votación captada, perdiendo alrededor de 62 mil sufragios, en comparación del último proceso en el que participaron solos.
Por lo que ante la situación que está actualmente enfrentando el PRI, sus aliados en el pasado proceso electoral, los panistas pues consideran que sería necesario pensarle muy bien que tan conveniente es mantener dicha alianza.
Aunque en el PAN también se cuecen habas con su dirigencia, ante la necedad de Marko Cortes de admitir pues que simplemente sus decisiones no han sido lo mejor para el partido, al grado que ceder a las demandas de personajes como los hermanitos Cabeza de Vaca, pues les han generado grandes pérdidas en las diversos cargos que estuvieron en juego en el pasado proceso electoral, donde los morenos les dieron tremenda barrida y trapeada, al grado que personajes como Javier Lozano salieron reclamarle en su carota, durante un programa, al dirigente nacional panista por sus errores cometidos, mientras este cínicamente echa culpa a otros, asegurando que el enojo de Lozano fue más bien porque quería una diputación plurinominal, minimizando la derrotada del pasado 2 de junio