- Además de ajustar su esquema, para recuperar el juego y el cariño de la afición, los cementeros están pendientes a sus jugadores lesionados
Ciudad de México.- Pedro Caixinha tiene un par de días para calmarse, después de sus provocaciones con la prensa, y organizar el juego del sábado contra León.
El Cruz Azul tuvo domingo y lunes libres, tras dos semanas de intensa actividad, en las que no ha demostrado ni la mitad de buen futbol como lo hizo el semestre pasado. La Máquina hila tres partidos con victoria, dos de Liga y uno de Copa, mas el funcionamiento ha quedado a deber.
Además de ajustar su esquema, para recuperar el juego y el cariño de la afición, los cementeros están pendientes a sus jugadores lesionados. El último refuerzo, Stephen Eustáquio, y el defensa Jordan Silva son bajas definitivas para el Clausura 2019.
El portugués sufrió una rotura del ligamento cruzado; el zaguero, con poca actividad en el primer equipo, también se lesionó los ligamentos y se fracturó la tibia, en el cotejo del plantel sub 20 ante su similar del Tijuana.
El peruano Yoshimar Yotún podría regresar a la actividad después de unas molestias en el muslo, mientras que Adrián Aldrete no estará disponible contra el León, por un esguince.
Con siete unidades en el certamen, el Cruz Azul se ubica en la sexta posición en la tabla. Sin embargo, la afición no ha respondido después de la final perdida contra el América hace poco más de un mes. El sábado pasado, frente a los Xolos, apenas 10 mil aficionados se dieron cita para apoyar a los celestes, en el Estadio Azteca, con capacidad para 80 mil espectadores.
El juego de La Máquina tampoco ha sido agradable, a pesar de que a Caixinha no le importe lo que se le diga. En cuatro duelos, su equipo ha metido tres goles, dos de ellos de penalti.
Viene una «semana larga», como les apoda el portugués al no tener duelos de Copa, por lo que tiene tiempo para calmarse ante las críticas y recuperar el buen futbol cementero.