- Con las tradicionales arengas y sin cambios, el Presidente participa por sexta ocasión en la tradicional noche del 15 de septiembre
Ciudad de México.- El Presidente Enrique Peña Nieto, lanzó el «grito» para conmemorar los 208 años del inicio de la gesta independentista, en su última participación en este tradicional acto antes de que deje el cargo.
Junto con su esposa, Angélica Rivera, Peña Nieto apareció a las 23:00 horas en el balcón central del Palacio Nacional de Ciudad de México, sede del Ejecutivo, que mira a la Plaza de la Constitución, conocida como el Zócalo.
Portando la Bandera nacional, el mandatario lanzó vivas a los héroes de la independencia mexicana, tras lo cual repitió tres veces el grito de «¡Viva México!», que fue coreado por miles de personas congregadas en la plaza.
El Jefe del Ejecutivo tocó 30 veces la Campana de Dolores por última vez y segundos después las estrofas del Himno Nacional fueron entonadas con solemnidad y respeto por los asistentes al festejo del 208 Aniversario del Grito de Independencia.
A la aparición del Presidente le siguió el Himno Nacional, y a continuación un despliegue de fuegos artificiales que tiñeron el cielo de colores durante unos diez minutos.
Esta fue la sexta y última ocasión en que el llamado «grito de independencia» fue encabezado por Peña Nieto, quien el próximo 1 de diciembre dejará el poder en manos de Andrés Manuel López Obrador.
Aguantaron el frío
La gente no se movía de su lugar a pesar del intenso frío que se dejaba sentir en el Zócalo. Los suéteres, chamarras, rebozos, abrigos y gorros salieron a relucir, sobre todo para cubrir a los más pequeños.
Guadalupe Calixto, Erika Cruz, Estela de la Rosa, Virginia Cruz y Margarita Medrano, todas ellas de Tlanepantla, Estado de México, comentaron que era la cuarta vez que acudían al «Grito» y que les gustaba por el festival de artistas que participaban y por las luces de los castillos.
«Llegamos desde temprana hora para ocupar un buen lugar y poder ver al Presidente Peña Nieto en su último grito y nos sentimos tristes de que se vaya, pero ni modo, así es la política».
Olga María Ramírez, junto con sus hijos Luis Carlos y Alberto, caminaban por la Plaza de la Constitución para poder observar a través de las pantallas el Grito de Independencia.
«Es muy bonita esta fiesta, siempre hay algo nuevo con los juegos pirotécnicos», dijo la señora.
Algunos jóvenes se envolvieron con la bandera mientras caminaban por los alrededores de la plancha de concreto.
El ruido de las cornetas y trompetas era ensordecedor así como el de las matracas. Algunos niños estrellaban en las cabezas de sus hermanos y de sus papás huevos rellenos de confeti.
Actos parecidos se desarrollaron en los 31 estados del país, encabezados por los respectivos gobernadores.
Los festejos continuarán mañana con un desfile militar en el Zócalo.
El pasado año, la ceremonia del grito estuvo marcada por la tragedia del 7 de septiembre, cuando un terremoto de magnitud 8.2 sacudió el sur del país, dejando 98 muertos en los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Unos días después de los festejos de Independencia, el 19 de septiembre, otro potente terremoto acabó con la vida de otras 369 personas en el centro y el sur del país.