Ciudad de México.- Tras señalar que durante el cierre de esta administración federal hubo un repunte en los índices de criminalidad a lo largo del país, el Presidente Enrique Peña Nieto admitió que su gobierno no alcanzó el objetivo de dar paz y tranquilidad a los mexicanos.
El Jefe del Ejecutivo -quien concluirá su mandato el 30 de noviembre- también abordó el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y afirmó que «en lo personal» tiene la convicción de que lamentablemente fueron asesinados e incinerados por un grupo criminal.
Así, en un video emitido esta mañana con miras al Sexto Informe de Gobierno, que enviará al Congreso el próximo sábado, el Presidente de la República consideró que el tema de la seguridad será un gran reto para la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador.
«No obstante que en los primeros años de esta administración viene una reducción notable y significativa en los índices de criminalidad, lamentablemente al cierre de este sexenio nuevamente hubo un repunte en los índices de criminalidad. No hemos alcanzado el objetivo de darle a los mexicanos paz y tranquilidad en cualquier parte de la geografía nacional», dijo.
En este mensaje, Peña Nieto abordó el tema de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014. El mandatario calificó como «lamentable» a este hecho y ratificó su convicción de que los normalistas fueron asesinados e incinerados.
Hizo notar que la PGR atrajo un tema que era desorden local en Guerrero para ver qué había ocurrido con los jóvenes desaparecidos, por lo que se realizó una investigación profunda y amplia, «y más cuando evidentemente se generó un eco ante una demanda muy sentida y justa de los padres de familia por saber qué había pasado con sus hijos.
«La investigación ahí está, evidentemente ante la negativa y el rechazo de los padres de familia por aceptar los alcances de la investigación realizada por la PGR, en donde había evidencias claras y contundente de que muy lamentablemente los 43 jóvenes habían sido incinerados por un grupo delincuencial que operaba en el estado de Guerrero fue necesario incluso abrir la investigación», recordó.
El Presidente hizo notar que se abrió la investigación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que sus integrantes pudieran conocer las pesqueras realizadas por la PGR.
«En lo personal y con el dolor que causa, y con lo que significa la pena para los padres de familia, yo estoy en la convicción de que lamentablemente pasó lo que la investigación arrojó. Sé que lamentablemente la pérdida de un hijo no hay forma de repararla. Son hechos que nunca más se deben repetir en nuestro país», estableció.
