- Alejandro Macías, infectólogo e investigador, habla sobre el uso de este elemento que ya no es obligatorio
Ciudad de México.- Aunque en Jalisco el uso del cubrebocas ya no es obligatorio, a excepción de su permanencia en el transporte público, aeropuertos, central de autobuses, estaciones de camiones, puertos y hospitales, portar de manera voluntaria este artículo insignia de la pandemia seguirá siendo clave para a evitar aún posibles contagios por COVID-19 y prevenir nuevas olas de contagio que se visualizan por las subvariantes de ómicron.
El infectólogo Alejandro Macías, exzar de la Influenza AH1N1 y profesor investigador de la Universidad de Guanajuato, señala que si bien la incidencia de casos COVID han mostrado una disminución, la tasa de positividad en pruebas ronda entre 9 y 10 por ciento, por lo que el uso del cubrebocas en México se mantendrá como un aliado estratégico para protección personal y en las áreas de convivencia común como escuelas, áreas laborales y actividades cotidianas.
“No hay en este momento una actividad intensa, la tasa de muertes también se ha reducido sustancialmente. Eso no quiere decir que ya esté resuelto el problema en México, puesto que puede ser que estamos al final de la ola Ómicron BA1 y BA2, pero muy probablemente va a empezar en breve otra ola”, indica en entrevista con EL INFORMADOR el médico Alejandro Macías al subrayar que hay presencia de subvariantes de ómicron -como los tipos BA.5, BA.4 y BA.2.12- que podrían avanzar hacia más territorios si no se mantienen acciones preventivas.
“Creo que no es bueno lanzar el mensaje de que hay que dejar de cuidarse, puesto que la pandemia no ha terminado, es probable que vengan nuevas olas, lo mejor es estar prevenidos”, enfatiza al puntualizar que, además del uso correcto del cubrebocas, es recomendable mantener una óptima ventilación en espacios cerrados y procurar mantener completo el esquema de vacunación ante la COVID-19.
“Las variantes nuevas, hasta ahora, no han sustituido a la variante ómicron. Lo que ha ocurrido es que ómicron se ha subdividido en distintas subvariantes que le permiten transmitirse más fácil y escapar la inmunidad. De las más trasmisibles y de mayor escape a la inmunidad tenemos actualmente la BA.2, que está en muchos países inclusive en México”, explica al detallar que subvariantes como la BA.2.12 presenta casos en Estados Unidos, en tanto que los tipos BA.4 y BA.5 tienen registros en Sudáfrica.
¿Cómo cuidarse?
Si bien los módulos de vacunación para la población en general han comenzado a disminuir y se focalizan los recursos en la vacunación infantil, el infectólogo Alejandro Macías alienta a mantener la disposición de vacunarse con las dosis recomendadas y principalmente a iniciar y/o completar el esquema de vacunación básico. De acuerdo Organización Mundial de la Salud, se estima que para junio del 2022 los países alcancen hasta el 70 por ciento de cobertura en vacunación, aunque aún se mantienen 21 naciones y territorios que no han logrado vacunar a la mitad de sus respectivas poblaciones.
“En México hay muy poco problema de grupos antivacunas, el mexicano responde a las campañas de vacunación acudiendo a ellas teniendo confianza en sus autoridades, eso es una gran ventaja. Casi, seguramente en el futuro, vamos a necesitar refuerzos, como la vacuna de influenza que se parece mucho en los virus. Lo que no sabemos es cada cuándo la vamos a necesitar”, resalta al especialista al detallar que ante el incremento de más personas con inmunidad, esto permitirá ponerle más barreras al virus “mientras más gente esté cubierta en la población, menos libertad tiene el virus de transmitirse”.
Si bien el cubrebocas más eficiente y con mayor rango de protección ante la COVID-19 son los modelos N95, el médico Alejandro Macías puntualiza que el portador de este tipo de cubrebocas debe garantizar un correcto ajuste desde la parte superior de la nariz y hasta la zona del mentón, sin embargo, si no se puede acceder al N95, los cubrebocas quirúrgicos son ideales, en especial, si éstos se fuerzan con un cubrebocas extra del mismo material o al complementarlo con uno de tela.
“Vale la pena usar un cubrebocas quirúrgico, de esos azulitos, cubierto por un cubrebocas de tela. Un cubrebocas doble hace una función casi tan buena como un cubrebocas N95. Recuerden que los cubrebocas N95 necesitan una prueba para conocer que están ajustando bien, no nada más comprarlo y ponérselo. Los cubrebocas quirúrgicos son más grandes, se moldean más fácilmente y con un segundo cubrebocas por encima hace una muy buena función. Si no se usa, desde luego hay riesgo para los demás y para la propia persona”, finaliza.