- Desde Italia solicitan que la final del próximo año de la Champions League se dispute en otra sede y no en Turquía como está programada debido a incursiones militares
Ciudad de México.- La UEFA recibió un pedido para que considere trasladar la próxima sede de la final de la Liga de Campeones, a realizarse en Estambul, debido a las incursiones militares de Turquía en Siria.
La UEFA rehusó comentar el miércoles sobre una carta que le envió el ministro de deportes de Italia, en la que cuestiona si era apropiado seguir dejando que Turquía sea la sede del partido de clubes de fútbol más importante del mundo en mayo próximo.
«Todos sabemos muy bien la seriedad de lo que está ocurriendo en Siria, no será resuelto con esta medida pero todos estamos conscientes de la importancia (política, económica, cultural e informativa) que tiene uno de los eventos deportivos más importantes del mundo», dice la misiva, de acuerdo con la agencia noticiosa italiana ANSA.
La UEFA escogió al Estadio Olímpico Ataturk el año pasado por encima del Estádio da Luz en Lisboa, Portugal.
El vicepresidente de la UEFA Michele Uva dijo a una estación radial italiana que era «absolutamente prematuro hablar de sanciones», aunque la situación sería evaluada por el comité ejecutivo de la entidad rectora del fútbol europeo. Su próxima reunión es el 4 de diciembre.
Estambul ya ha sido sede de finales de UEFA. Esta temporada fue la sede de la Súpercopa de la UEFA. Liverpool, el ganador de la Liga de Campeones, venció al Chelsea, campeón de la Liga Europa, en una tanda de penales empatar 2-2.
Desde que Turquía comenzó una ofensiva militar en el norte de Siria la semana pasada, deportistas turcos han hecho saludos militares en diversas competiciones.
La UEFA pidió el martes a sus investigadores que evaluaran si se debe abrir un expediente disciplinario a la Federación de Futbol de Turquía.
Los saludos militares hechos por jugadores turcos tras los recientes partidos de las eliminatorias de la Eurocopa ante Albania y Francia podrían haber quebrantado la reglamentación que prohíbe declaraciones políticas en los estadios.