Por Oscar Díaz Salazar
Fueron tres los personajes de Reynosa los que se sumaron al proyecto político de Américo Villarreal Anaya desde el inicio, desde que el hoy gobernador decidió caminar por la ruta del obradorismo: Alicia Pizaña y Verónica Castillo de morena y Juan González Lozano (QEPD) del Partido del Trabajo.
La tercia que dio vida a la organización AVA, precursora de la AVANzada, que ondeó la bandera del ameriquismo, que fueron los pilares sobre los que se erigió el primer piso de la transformación en (Reynosa) Tamaulipas, está en proceso de desintegración.
El cancer venció al ex titular de la Oficina Fiscal del Estado, Juan González Lozano, quien falleció recientemente. Trasciende que la ex regidora Alicia Pizaña ha solicitado un cambio de responsabilidad, -¿sera que también presente su renuncia?- ante las dificultades y pocos incentivos para permanecer al frente de la Coordinación de Desarrollo Regional de la Educación en Reynosa.
Quién es considerada la reynosense más allegada al gobernador, Verónica Castillo Carrera, presentó la renuncia a la Coordinación de Delegaciones de la Secretaria de Bienestar, cargo en el que solo se desempeñó por unas cuantas semanas.
El motivo para abandonar el cargo es el acoso laboral que sufrió Castillo Carrera desde que tuvo que interactuar con Samuel Badillo, ex titular del mismo empleo que brevemente desempeñó Verónica Castillo y que actualmente es Subsecretario de Bienestar.
Gritos, exigencias, maltratos, ofensas, majaderías, todo eso padeció Verónica Castillo, desde que fungió como delegada de Bienestar en Reynosa, al igual que muchas de las mujeres que laboran en esa dependencia y que son subordinadas de Samuel Badillo.
Secreto a voces entre las féminas que trabajan en Bienestar, son los requerimientos de tipo sexual que también realiza el subsecretario, que se siente intocable por ser protegido de un poderoso personaje con fuertes vínculos en el gobierno.
Verónica Castillo deja el gobierno y aunque no desea perjudicar a su amigo el gobernador, está considerando presentar una demanda formal contra Samuel Badillo, por acoso laboral, porque está convencida de que funcionarios como Badillo le hacen mucho daño al gobierno y a la imagen de quien fuera su jefe laboral y político, hasta esta semana en la que presentó formalmente su renuncia.