- En el periodo enero-agosto de este año las tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para sustraer este tipo de carburante aumentaron 71%
Ciudad de México.- El otro huachicoleo, el de gas licuado de petróleo (LP), está fuera de control.
En el periodo enero-agosto de este año las tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para sustraer este tipo de carburante aumentaron 71% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Información de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica y la Dirección Jurídica de Pemex muestra que el número de perforaciones ilegales pasó de 749 en el periodo enero-agosto de 2019 a mil 281 en los primeros ocho meses de este año.
El incremento de este delito en la infraestructura que transporta el gas LP, principal combustible utilizado por las familias mexicanas, es tal que en un año y ocho meses de este gobierno el número de tomas clandestinas que suman 2 mil 602, supera tres veces las perforaciones ilegales de toda la administración pasada (866).
En los primeros ocho meses de 2020, los delincuentes dedicados al robo de hidrocarburos realizaron 5.2 perforaciones ilegales por día para sustraer gas LP que luego colocan en el mercado negro.
Distribución clandestina
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), «en diversas regiones del país operan grupos delictivos que permanentemente sustraen el gas del ducto principal de Pemex y de algunas de sus refinerías; amenazan a operadores y roban pipas y transportes de empresas privadas, operando una red de distribución clandestina creando empresas fantasma, afectando a la población mediante amenazas, extorsiones y secuestros que ponen en riesgo la vida de los trabajadores y del consumidor final».
Los grupos dedicados a este acto delictivo, añadió, utilizan pipas clonadas o robadas, estaciones de servicio que no cumplen con las medidas de seguridad y plantas de distribución clandestinas, que son usadas para llevar de domicilio en domicilio el producto a precios hasta 30% menores para desplazar a los distribuidores legalmente autorizados.
El problema es tal, explicó el organismo que aglutina a empresas distribuidoras de este combustible, que hasta el año pasado 10% del gas LP que se comercializó en el país fue robado de ductos de Pemex o de las refinerías que opera la petrolera, lo que representa un mercado negro de 13 mil millones de pesos anuales.
Acusan a personal de petrolera
Expuso que si bien las acciones contra el robo de hidrocarburos en 2019 se enfocaron a tratar de combatir las afectaciones por el robo de gasolinas, «esto ocasionó que los grupos delictivos migraran hacia el robo de gas LP, en el que alcanzan un promedio de 50 mil toneladas mensuales».
La información proporcionada por Pemex muestra que el robo de gas de ductos de la petrolera estatal se concentra principalmente en Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco y Tamaulipas, en donde aproximadamente 25% del mercado de distribución de este combustible es operado por el crimen organizado.
Pemex no descarta que personal de la propia empresa participe u opere no sólo en el mercado ilícito de combustibles.
EL UNIVERSAL tuvo acceso a una ficha de información de la Dirección Jurídica de la petrolera en la que detalla el número de empleados y extrabajadores sentenciados por la comisión de delito de robo de hidrocarburos a escala nacional del 1 de enero de 2010 al 16 de septiembre de 2020, separado por año, entidad federativa y tipo de sentencia.
En total, son 27 personas ligadas a la petrolera, pero 15 recibieron sentencia absolutoria que es cuando se dictamina que una persona no es culpable del delito del que ha sido juzgado. El acusado es, por tanto, inocente.