Londres, Inglaterra.- El Mundial de Atletismo de Londres 2017 no contará con Rusia, que ya estuvo ausente de Río-2016, al estar suspendida de las competiciones internacionales debido a las revelaciones del informe McLaren sobre un vasto sistema de dopaje en el país.
Debido a ello, solo 19 de los atletas rusos han recibido la autorización de participar en Londres con bandera neutral.
Los efectos de la tormenta de noviembre de 2015 continúan haciéndose sentir en el planeta del atletismo. Casi dos años después del descubrimiento de un dopaje institucionalizado en Rusia, un hecho que motivó su suspensión por parte de la Federación Internacional (IAAF), el país sigue excluido de los grandes eventos y se encuentra bajo la estrecha vigilancia de una Task Force encargada de suministrar regularmente balances sobre los avances realizados en materia de lucha antidopaje.
En su último informe, sometido el lunes al Consejo Mundial de la IAAF, este órgano de control notó «progresos», pero los estimó «insuficientes» para dar el visto bueno a Rusia y permitirle reintegrar el concierto de naciones del atletismo.
«Nuestra impresión es que quieren cumplir todos les criterios solicitados, pero quedan temas por resolver», resumió el patrón de la Task Force, el noruego Rune Andersen.
«Debemos continuar trabajando con Rusia, la Rusada (la Agencia Rusa Antidopaje) y la Federación Rusa de Atletismo para que se cumplan los últimos criterios», añadió.
Diecinueve rescatados
Los reproches se centran sobre todo en la ausencia de «controles significativos y completos», debido al lento ajuste a la conformidad de la Rusada con las reglas internacionales, ya que la agencia no fue autorizada a realizar de nuevo tests hasta finales de junio pasado.
También se reprocha a Rusia una gran clemencia con algunos entrenadores que doparon a atletas y a la ausencia de un total reconocimiento del informe McLaren por parte de las autoridades locales.
Aunque habrá de todas maneras atletas rusos en el Mundial de Londres, ya que la IAAF abrió una puerta para los que puedan demostrar que su recorrido y métodos de preparación no se vieron afectados por el sistema generalizado de dopaje, permitiéndoles de este modo participar en las pruebas con bandera neutral.
En los Juegos Olímpicos de Río-2016 esta derogación había permitido participar a Darya Klishina, que se entrena en Estados Unidos.
Esta vez serán 19 atletas rusos en Londres, por lo que el público del estadio olímpico tendrá de este modo la ocasión de ver a algunas estrellas de este país como Maria Lasitskene, que no está lejos del viejo récord del mundo de altura (2.09 metros de la búlgara Stefka Kostadinova en 1987) o Sergey Shubenkov, campeón del mundo en 2015 de 110 metros vallas.
En caso de triunfo de estos dos atletas, no podrán escuchar el himno nacional, efecto secundario, pero espectacular en una premiación.
Interrogada sobre esta situación durante la reunión de Mónaco, el 21 de julio, Lasitskene prefirió lanzar balones fuera, estimando que es «un tema delicado» y que «las palabras de unos u otros podrían ser malinterpretadas o percibidas».
Pero según su entorno, esta contrariedad solo reforzará la motivación de la atleta para lograr un segundo título mundial consecutivo, con récord incluido, ante la mirada de los dirigentes del atletismo internacional, aunque sea sacrificando su bandera y su himno nacional.