- La DEA señala que el exsecretario de la Defensa Nacional ayudó a traficar metanfetaminas, cocaína, heroína y mariguana a ese país
Ciudad de México.- Fiscales de Estados Unidos (EU) acusaron de narcotráfico al extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el general Salvador Cienfuegos Zepeda, y sostuvieron que “abusó de su cargo” para ayudar al cártel de los hermanos Beltrán Leyva a traficar cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a ese país.
También le imputan los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero.
La “Operación Padrino”, como bautizó la Agencia de Control de Drogas de EU (DEA, por sus siglas en inglés) a la investigación, señala que los supuestos delitos que cometió Cienfuegos ocurrieron de 2015 a 2017, cuando estaba al frente de la Sedena y era el principal responsable de combatir el narcotráfico.
“El acusado abusó de su cargo público para ayudar al cártel H-2, una organización de tráfico de drogas mexicana extremadamente violenta, a introducir miles de kilos de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos”, indicaron los fiscales.
El H-2 fue un lugarteniente del cártel de los hermanos Beltrán Leyva llamado Juan Francisco Patrón Sánchez. Murió en un enfrentamiento con la Marina en 2017.
Durante la audiencia de ayer en la corte federal del distrito de Los Ángeles, el exsecretario respondió que conocía los cargos que se le imputan. Se agendó una nueva audiencia para el próximo martes.
Cienfuegos permanecerá aprehendido sin derecho a fianza en el Centro de Detención Metropolitano de Los Ángeles
Por su parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que este arresto es “una muestra inequívoca de la descomposición del régimen, de cómo se fue degradando la función pública”.
Y aunque garantizó que se perseguirá a posibles cómplices, reiteró su apoyo a los actuales mandos de las Fuerzas Armadas.
“Todos los que resulten involucrados van a ser suspendidos, retirados y, si es el caso, puestos a disposición de las autoridades competentes. No vamos a encubrir a nadie, ya pasó ese tiempo”.
Los crímenes atribuidos al exsecretario son castigados en Estados Unidos con una pena mínima de 10 años de cárcel y una máxima de cadena perpetua.