Por: Chano Rangel
Los debates son un termómetro de lo que pasa al comenzar en el camino, una versión de lo que puede ser y de lo que se podría lograr, en caso de llevarse a cabo cada uno de los buenos propósitos, sin embargo, muchos terminan siendo una utopía.
En este primer debate los tres contendientes, la hidalguense Xóchitl Gálvez, hizo lo que hacen los beisbolistas batear las bolas que le lanzaba la candidata Claudia Sheinbaum, y por su parte la candidata oficialista, hizo énfasis en el trabajo del presidente, no aceptar la culpa, no es solucionar el problema, tener muchas becas no significa tener mejor nivel educativo.
Los debates fueron eso, una confrontación de ideas, que al final se convirtieron en ataques personales y en un su momento la aspirante morenista utilizando como base las acciones del actual gobierno, donde la 4T, ha sido un trabuco en cuestiones de salud y educación.
Desde el debate presidencial, los conductores profesionales de la noticia fueron precisos en sus preguntas, además de eso, la población a través de sus preguntas fueron los que le pusieron el sabor al debate, sin embargo, cada uno de estos actores y factores en competencia, se podrán decir muchas cosas, obvio cada uno de los equipos tendrá que decir que sus jefes ganaron.
Las preguntas en educación podremos decir que Xóchitl dominaba el tema, porque sin lugar a dudas, la tecnología es parte fundamental en los sistemas educativos globales, es precisamente la tecnología lo fuerte de las aspirante aliancista, por eso es fundamental y eso es opinión personal, la educación es la plataforma que ha sacado de la pobreza a muchos países, como Carea del Sur, Singapur, Japón, Canadá, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y muchos países más, donde la educación ha sido la principal herramienta de su crecimiento.
Dentro del ámbito de salud, poco pudo alegar la aspirante morenista, el sistema de salud en estos últimos cinco años y medio, ha retrocedido muchos años en el promedio de vida; en la ciudad de México, hasta 9 años.
De parte del candidato naranja, Jorge Álvarez Máynez, las propuestas fueron quizá bien planteadas, pero su posibilidad de ganar es escasa, al menos que una tragedia pase en las campañas de proselitismo en estos próximos días.
Una de las preguntas ciudadanas es sobre la corrupción, y ahí si ni azul, ni amarillo, ni blanco, la corrupción es rampante, era antes y sigue siendo ahora, donde encapsular como seguridad nacional el gasto es algo inaceptable.
De los tres el único que puede más o menos defenderse es el aspirante naranja, Álvarez Máynez, quien es relativamente nuevo en este asunto de política, sin embargo, en una administración donde el 80% o más se da por asignación directa, la reingeniería administrativa tendrá que ser distinta en cada una de las propuestas, de los aspirantes en todos los sentidos.
Sin embargo, la corrupción es una mancha negra en cada una de las dos aspirantes; y en cada momento, deberá de ser un parteaguas en todos los sistemas administrativos que deberían de consumarse en mejoras al país, y en mejoras para que las familias vivan mejor.
En debate de dos propuestas, fue sin lugar a duda un ejercicio donde la primera, la candidata oficial, no supo reconocer los errores del presente y acuso al pasado de todas sus desgracias, mientras la candidata opositora, planteo temas de interés, que son en la actualidad, una forma de vida en la globalización.
Muy abajo estuvo el abanderado naranja, que para mi juicio fue quien mejor planteo sus propuestas.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás
¡Ay, mis hijos! Esta exclamación pudiera ser de una leyenda popular, pero no es así, se trata de un grito desesperado donde hasta el mismo presidente ha pedido tregua, quizá porque es el más afectado, luego de que se filtraran audios en los negocios de estos y sus amigos en el Tren Maya, y la Refinería de Dos Bocas, tirando a la basura todo lo prometido por el mismo presidente al iniciar su sexenio.
El hecho de sacar videos de los hijos ha sido un tema recurrente en la política en los últimos años, los tenis de más de 20 mil pesos de los hijos de AMLO, y muy recientemente los audios de corrupción entre sus amigos y ellos, la borrachera del hijo de Xóchitl, y la exposición de balones en el Museo de Arte Moderno del hijo de Claudia.
La política ha dejado al descubierto temas familiares que las redes sociales han vuelto virales, pero nada de esto pasaría con los jóvenes, si no fueran hijos de quien son, en política todo se vale, la guerra atraviesa por pantanos de división, de una galvanización cada día más dura y de pocas propuestas.