Por: Chano Rangel
Sin lugar los tres ingredientes, que, por naturaleza dominan la comida mexicana, esos tres ingredientes que, sin lugar a dudas también dominan la vida política, cultural y de muchas otras acciones de índole común. Son tan naturales que, quizá nunca ponemos atención en su importancia.
Así pasa en la vida cotidiana, es tanto el uso de ingredientes tecnológicos, que ya pocos ponemos atención en su importancia. Por ejemplo, desde su aparición el celular pasó de ser solo un teléfono móvil, a la herramienta de comunicación y plataforma de noticias más importante de nuestro tiempo. Porque a ese pequeño aparato de última generación Steve Jobs, se le ocurrió hacerlo inteligente en su empresa Apple, y entonces se disparó una plataforma inteligente que en la actualidad hace temblar sistemas políticos tradicionales.
Pero eso no lo es todo, el celular y las redes sociales, son la Sal, el aceite y el picante de todos los días, los políticos se levantan aterrorizados por ver sus redes sociales, y que los comentarios y liks se a su favor en Facebook. Y en Twiter, esperan que les vaya muy bien, que las 120 palabras que permite el sistema no hayan hecho tanto daño en su imagen pública.
Sin embargo, esa no es la mayor ventaja, la ventaja de competitividad de la tecnología de la información, es la que permitió a muchos estratos sociales con acceso a un celular, participar, denunciar y exhibir con fotos y audios actos de corrupción y de violencia. La comunidad oculta en las redes y en la llamada plataforma inteligente es infinitamente superior a la que conocemos, a través del anonimato, por ejemplo se pudieron tener documentos de Javier Duarte, de Roberto Borge y demás políticos que andaban salteando la justicia.
Las malditas redes sociales expusieron el lujo y glamour de Alejandra Barrales, líder nacional del PRD. Sus lujos en Miami y la ciudad de México, salieron a la luz pública, ahora también los video escándalos de artistas, políticos y hasta las famosas ladys de Polanco, no fuera posible sin la redes sociales.
La sal y el aceite, están a punto de conjugar una de las vías de comunicación más sólidas conocida en la historia de la humanidad. Si no fuera por el celular y sus redes, hubieran existido más fallecidos en los sismos del 7 y 19 de septiembre en México, demostrando que también pueden ser vitales en la conservación de la vida, no solo para hacer escarnio público. En el 2018, sin lugar a dudas, el Aceite, la sal y el picante, lo pondrán las redes sociales y el celular. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Aún faltan 4 días para que el Festival Internacional de Otoño, culmine su edición de plata, la número 25, donde por escenarios matamorenses, han pasado artistas de todo el orbe, dejando un legado cultural inigualable.
El alcalde Jesús De la Garza, ha puesto su mayor esfuerzo, para que junto al patronato lograr, que la mayoría de los eventos culturales, sean gratuitos. Y ello la población de Matamoros, tengan acceso a lo más exquisito de las bellas artes.
La cultura ha formado parte estratégica de la administración de Chuchin de la Garza. Desde su toma de protesta, se comprometió con el impulso cultural, y el Festival de Otoño, ha sido la plataforma de culminación de esfuerzos entre sociedad y gobierno.
En Reynosa, se lleva a cabo el Foro Internacional de INDEX, la industria de exportación, que es pilar de la economía reynosense, ahí estuvo como invitada de honor la alcaldesa Maki Ortiz, y el día de hoy, se espera al gobernador Cabeza de Vaca.
Es precisamente la industria maquiladora la que ha permitido que la ciudad sea la generadora de casi el 50% del empleo que se genera en Tamaulipas. Y la razón es la industria de exportación.