Por: Chano Rangel
Como lo reza un viejo dicho, en política se permite todo, absolutamente todo, menos una cosa “hacer pendejadas” A los pendejos no se les perdona nunca eso es más que claro. La política desde la misma concepción, según los eruditos en la antigua Grecia, era en esos tiempos exclusiva para los hombres pensantes, aquellos que con su experiencia tuvieran algo que aportar para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, la idea no ha cambiado en 2 mil años, lo que si ha cambiado son sus fines y sus métodos.
Desde el viejo régimen priista represivo, auto-electivo y poco democrático, la cultura del dedazo en México, era la máxima aspiración de un político, sobre todo cuando este dedo elector, recaía sobre El. El tiempo ha cambiado, las circunstancias a movido a la política de manera drástica y sin retorno. La tecnología y las redes sociales han mantenido a raya a los políticos y sus acciones.
Desde la aparición de internet, mucho a crecido la opinión publica, ahora por ejemplo tenemos un presidente que, solo el 18% aprueba su mandato, es decir, el 82% esta en desacuerdo son su forma de gobernar, en el 2015, los candidatos a diputados federales borraron de su discurso y palabrería el nombre de Enrique Peña Nieto y en Tamaulipas, el de Egidio Torre Cantú, porque resultada un lastre para los candidatos.
En el 2018, el lastre se acrecentó, ahora los contendientes, incluyendo el candidato presidencial tricolor, tendrá que quitarse la figura del presidente lo más pronto posible, romper con la línea presidencial, será algo inevitable del abanderado priista.
Los factores y circunstancias son fundamentales para la lectura del que quiera ganar, se podría dar el fin del neoliberalismo económico, el mismo que nos ha sumido en la pobreza y desigualdad, ya por casi 30 años. Nuevos esquemas de competencia, también representan nuevas formulas de crecimiento, el reto es muy grande para el triunfador.
Pero a pesar de lo difícil, parece inamisible, que aun políticos como Ricardo Anaya, y la pérdida de la confianza, pasar de ser el niño maravilla, al verdugo de su partido, a dado un giro de 180 grados, ahora el jefe de gobierno capitalino lleva mano, y Miguel Ángel Mancera, podría ser el abanderado de al Alianza del PAN-PRD-MC.
Anaya tendrá que comprender que el aferramiento y la sinrazón, causan muchos estragos, la terquedad de agandalle y de salir victorioso, le dio a Roberto Madrazo el peor escenario del PRI en su historia, hasta caer al tercer lugar, Ricardo va por el mismo camino, 2018 no perdona. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Ya que andamos en política, le comento que en Matamoros, la cosas se ponen interesantes, es el alcalde Jesús De la Garza, quien lleva mano en la sucesión presidencial, en su caso sería reelección, pero no falta quien quiera poner piedras en el camino. Y lo peor es cuando estos son los miembros de su propio partido.
Antes de definir el liderazgo del PRI local, el PPM, acusó de recibo a muchos pedigüeños, que querían el partido a como diera lugar, Aristóteles Serda, Gonzalo Treviño, y una lista de buenos muchachos, pero nadie entraba en los planes del alcalde, y líder máximo del priismo local.
A pesar del blof y vociferadas de algunos, que afirmaban que los andaban correteando y convenciendo “de que por favor, lidera el partido” era solo eso; los planes del líder local, son totalmente diferentes, y si esos bloferos, no están en su gabinete o cercanos, es porque simplemente no están en los planes políticos del alcalde de Matamoros.
La reelección esta en puerta, y la pugna también, los grupos internos chocan y se regodean, lo cierto es que la limpieza deberá aplicarse, lo más rápido posible. 2018, no perdonará errores.