Por: Chano Rangel
Después de las leyes de Reforma, implementadas por Benito Juárez, la iglesia como tal, quedó fuera de las decisiones políticas de este país, inclusive la Reforma Constitucional de 1917, dejó fuera al clero de toda participación dentro de la política doméstica y la separación se hizo más evidente, con la famosa guerra cristera en el primer tercio del siglo pasado.
Plutarco Elías Calles, detesto a la iglesia y sus representantes, y de ahí para el real, fue una relación casi inexistente, hasta que Carlos Salinas, volvió a tener relaciones diplomáticas con el Vaticano y los vicarios d Cristo.
Sin embargo, nadie en su sano juicio había dejado a la iglesia católica fuera de las decisiones gubernamentales y políticas, como las tienen en este momento, los representantes de la iglesia más poderoso del mundo hispano.
En México, el presidente se ha echado en manos de la iglesia cristiana; con la cual lidera la famosa transformación moral y es a través de estas instituciones religiosas, que trata de mandar el mensaje a las familias mexicanas, de abrazos, no balazos, de amor y paz y de ser iglesias protestantes las que tengan el acceso al gobierno morenista.
Inclusive algunos líderes religiosos cobran buenos salarios en el gobierno de la 4T, como asesores y de asuntos religiosos, donde su principal función, es dar a conocer la famosa cartilla moral, donde se pretende que, con esos, los delincuentes se porten bien, y le tengan miedo a sus mamás, abuelitos y abuelitas, como si eso resolviera un problema agudo de inseguridad en el país.
Pero eso no ha sido todo, es también el mismo presidente, quien desdeña y agudiza las diferencias con el obispo primado de México, y los obispos de las distintas diócesis del país, porque el, se deja querer solo por sus amigos y líderes espirituales de la iglesia cristiana de México.
La ideología y forma de pensar de un presidente, a puesto de manifiesto también, su religiosidad y forma de pensamiento; donde todo es culpa del pasado, inclusive que se viole y mate a una menor de edad.
Desde siempre estamos a favor de la no intervención de la iglesia en temas políticos, porque la política y religión, no deben de mezclarse como en el pasado, sano es para el país, sin embargo, sentarse y dialogar con los representantes de católicas, que aglutina al 80% de creyentes de este país, no es sinónimo de debilidad. Es un claro ejemplo de civilidad política.
Muy difícil es cambiar el pensamiento e ideología de un presidente que solo aprueba las protestas, cuando el las organiza, acusar a las mujeres de estar manipuladas, por organizar una protesta de un día sin mujeres, y claro, después detener defensas ridículas de sus agoreros.
Denostar una levantamiento de mujeres solo porque no lo organizas tú, es misógino, y echarle la culpa al pasado, es evadir la responsabilidad, todos los medianamente leídos, sabemos que hicieron en el pasado, lo importante y real, es saber que se hace en el presente, para que el país crezca y genere mejores condiciones de vida, para las familias, algo de lo la 4T, aún no se atreve hablar.
Pensar diferente, tener diferente creencia, no es sinónimo de marginación, en país, donde el 80% es católico, y no me refiero a la Fe, si no al peso que la iglesia como institución representa en miles de familias mexicanas.
Al tiempo.
De aquello y lo demás…
En Reynosa, la alcaldesa Maki Ortiz, dará un mensaje a todos los jóvenes y adultos, que participarán en las entrevistas casa por casa que harán, con el censo de población y vivienda que realiza el INEGI.
Contar bien, contar a todos, es una tarea titánica, que realizará el INEGI, a través de este ejército de entrevistadores y de donde dependerá en mucho, los próximos presupuestos municipales.
Importante para una ciudad y estado, saber cuántos somos, cómo somos y de que vivimos, además de saber el papel que desempeña cada una de las familias, en este contexto nacional, el INEGI, es la fuente más confiable en materia de estadística, y su trabajo es y será fundamental para darle a cada ciudad el lugar que le corresponde.
La alianza estratégica, hecha por el gobierno que encabeza la doctora Maki Ortiz, con el Instituto de Estadística, es vital, para que la ciudad más grande de Tamaulipas, pueda contar con recursos acordes a su crecimiento y desarrollo, con los cuales, pueda hacer frente a los retos, que, representa una ciudad en crecimiento constante.