Por: Chano Rangel
Esta semana el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, anunció la creación de un nuevo cuerpo de seguridad pública, que vendrá a cumplir funciones, en todos los ámbitos de la seguridad del estado.
Los índices persuasivos en la materia muestran una baja significativa en este rubro, sin embargo, aún en los hechos, como lo manifiesta el propio gobernador Cabeza de Vaca, hay muchas cosas pendientes en este sentido.
Darle seguridad a los tamaulipecos, es una tarea fundamental, que, este gobierno a asumido con toda responsabilidad, asumiendo el compromiso adquirido con los tamaulipecos, ya se operan varias estaciones seguras en las carreteras de Tamaulipas, las podemos ver en nuestros trayectos diarios.
Pero no anunciado por el gobernador, va más allá, va en camino a cumplir, con el anhelo de miles de familias, que habitan y hace su vida de manera cotidiana en este gran estado. Los resultados en seguridad hasta hoy en día son buenos, reforzar en acciones en la materia, será un plus, que venga a consolidar una vía que ha dado buenos dividendos.
¡Mire lo que son las cosas! ¡vea cuando el vaso esta lleno! ¡o, mejor dicho, cuando el buche se empieza a llenar de piedras! Lo que nunca pensó el presidente López Obrador, es que la cancelación del Seguro Popular, por no ser seguro, ni popular, pueda ser el “punto de quiebre de su gobierno” y las razones son muchas.
Por ejemplo, que en todo este tiempo, nunca, ni en sus conferencias mañaneras, llenas de espectáculo y sangre política, había denostado a los pobres, a los que el supuestamente defiende y eran el escudo y base de su lucha casi permanente, “primero los pobres, decía su slogan” y vaya que se metió en un galimatías, porque al quitar el Seguro Popular, y sustituirlo por el INSABI, que no tiene pies ni cabeza, el presidente se metió con la clase pobre de este país, esa que no cuenta con la seguridad social de instituciones de salud, las masas populares se han ido en su contra, y los chairos, portadores de la defensa férrea, también van en el paquete y todo esto apenas empieza.
Si el culiacanazo, Los LeBaron, la Marcha de Javier Sicilia, no trajo o no ha traído consecuencias políticas, la caída del Seguro Popular, puede ser la gota que derramó el vaso, de la popularidad, con la que se mantiene López Obrador, al ser el sector que más apoya su gobierno y ser ese mismo el perjudicado por la puesta en marcha y cancelación de programas de cobertura en salud publica.
Hasta el día de hoy, el INSABI, no ha cumplido con el más mínimo objetivo de su creación, si de algo se vale la política, es que, si un programa se cancela o se sustituye, es para mejorarlo, no para empeorarlo o dar marcha atrás en su operación, y no salir con barrabasadas de “sí apenas tiene 8 días, como la dichas por Mario Delgado, líder Morena en el congreso”.
Lo cierto es que se acusó de corrupción a los gobiernos anteriores, en la compra de medicamentos y su distribución, se acusó que el gobierno no operaba de manera segura y viable el seguro popular, y que por eso iba a desaparecer, y mire, el nuevo sistema, salió peor y sin resultados que el otro, que, con errores y pifias, daba el servicio, pero este nuevo esquema, aun no se sabe, ni sus modelos de operación.
Dejar sin salud publica a la base de la pirámide de la izquierda, es bumerán, que muy pronto redundara en la popularidad del presidente, y si usted pensaba que atacar a los ricos, le daba popularidad al presidente, dejar a los marginados, sin medicamentos y sin salud, puede ser el inicio de la caída del águila de la transformación.
No se critica, el hecho de combatir la corrupción, si la hay y la hubo, el sol no se tapa con un dedo, pero si le quitas, el abasto a una empresa y la quieres dar a otra, adelante, pero que se cumpla con el servicio, y no dejar a enfermos, pacientes y hospitales, con el argumento del combate a la corrupción, eso no es válido en una política populista y mucho menos, en un gobierno, que su mayor defensa, eran los pobres, pero que ahora, también, ha trastocado su base de vida, la salud pública.
Al tiempo.
De aquello y lo demás…
Esta todo listo en Reynosa, para rendir homenaje al cantautor, Cornelio Reyna, nativo de esta ciudad, e icono de la música norteña, y del famoso fara-fara, que tanto gusta por esta región.
Cornelio Reyna, recibirá un justo homenaje, por la administración de la Dra. Maki Ortiz, que ha puesto énfasis, en reconocer el talento y el orgullo de ser reynosense. Lo que realmente distingue a la ciudad, su cultura.
El cantautor, es un símbolo a nivel nacional e internacional, además en este homenaje, estará el ídolo de la música, Juan Villarreal, rindiendo homenaje a su colega, Cornelio Reyna. La música popular, es la que distingue al fronterizo, algo que muestra nuestra esencia como norteños.
Y, homenajear a Cornelio Reyna, en la Plaza Principal, es un hecho, que marca la importancia de la cultura en todas sus expresiones, para esta administración municipal.