Por: Chano Rangel
Sin temor a equivocaciones el proyecto de egresos e ingresos de la federación, que mandó al congreso federal para su aprobación o modificación, deja perplejos a muchos, el endeudamiento de 1.2 billones de pesos es histórico y de ser así, AMLO terminará siendo el presidente que más deuda pública dejará al país.
Las razones de la solicitud de deuda al congreso es por razones obvias, se acabó el dinero del gobierno, en dádivas a los perfiles electorales, aumentó la pensión de los adultos mayores al doble, la base de ninis aumenta cada día más, los servidores de la nación cuestan cada día más y las grandes obras como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles, siguen sin ser productivos y al parecer este sexenio no lo serán, y se duda que algún día lo sean.
El dinero de todos los mexicanos ya se lo acabo López Obrador en sus pretensiones de perpetuarse en el poder vía las Corcholatas, que siguen en una franca disputa interna, por conseguir ser el agraciado del dedo del mesías tropical.
Los impuestos de los mexicanos han sido lapidados, y la forma más fácil que hay de subsanar ese vacío, es contraer deuda pública, una manera engañosa de quitarle a los mexicanos su dinero en el futuro, pero que se esconde con ciertos artilugios políticos, que la mayoría del pueblo sabio no alcanza a comprender.
La deuda solicitada al congreso, en el proyecto de presupuesto 2023, no tiene otro fin que seguir con la depilación del dinero de todos los mexicanos, a través de los apoyos sociales, que no sólo no ha acabado con la pobreza, la han recrudecido, como lo dan a conocer números del mismo CONEVAL.
¿Pero porque endeudarse? Las razones son simples, contraer deuda no lastima de manera directa al bolsillo de los mexicanos de manera inmediata, al final terminaremos pagando cualquier deuda que el gobierno en todas sus vertientes contraiga; pero alevosamente, el presidente prefiere endeudar al país, antes que aumentar impuestos, antes que aumentar gasolinas, antes que dejar de darle dinero a los ninis, y claro podría bajar el monto de las pensiones de los adultos mayores, pero no lo hará, esa es su base electoral y eso es lo que realmente le interesa al presidente.
¿Por qué se pide prestado? Esta es otra de las preguntas que muchos se harán, y la razón también es muy simple, se acabó el dinero de la nación, y hay que recurrir al empréstito para seguir lapidando y manteniendo la base social de los apoyos, de otra manera el 2024 sería terrible para la sucesión presidencial y el sueño de postergar su mandato en manos de un lacayo.
Pero eso no lo es todos, nuestros hijos pagarán por todo, al final la depreciación de los productos crece, los productos suben y suben, la canasta básica está cada vez más alta, el dinero alcanza para menos todos los días, y de qué sirve que el salario aumente, si los precios en escalada suben algunos hasta el doble.
Si el presidente aumentará las gasolinas, los impuestos federales, los servicios de la federación, entonces si su pueblo sabio se revelaría, pero eso no pasada cuando se solicita endeudar al país, al final todo se paga con el dinero del pueblo, pero esta acción es más como una muerte lenta y segura de los contribuyentes. Endeudar al país traerá consecuencias, y muy seguramente dirán: ¡a los otros se endeudaron más! ¡A los neoliberales se endeudaron y no hicieron nada! ¡Y por último dirán, los que no estén de acuerdo, son traidores a la patria! Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Han sido días estupendos en el arte y cultura de los reynosenses, el alcalde Carlos Peña, ha girado las instrucciones para que el Festival Cultural de Reynosa, llegue a cada rincón del municipio, que las familias disfruten de lo mejor de las Bellas Artes.
Con exposiciones como la del maestro Artemio Guerra, la plástica reynosense está bien representada en este artista de corte internacional, cuya obra trasciende más allá de nuestras fronteras.
El impulso a la cultura sin lugar a dudas ha sido único en esta administración municipal, el folklor y lo mejor de cada región del país, han engalanado desde la Plaza Hidalgo, hasta las más recónditas plazas públicas de las colonias de Reynosa.