Por: Chano Rangel
Después de analizar, ver y oír, las declaraciones del subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, claro está, que ni él sabe, los números reales y el impacto profundo de la pandemia. Además que, las medidas adoptadas por el gobierno federal, en muchas regiones se contraponen, a las tomadas por los gobiernos estatales y locales.
Si la pandemia fuera solo responsabilidad del gobierno federal, los muertos seria muchos más, en este contexto, los estados, han tomado medidas duras y han hecho exhortos a la población a cumplir con las medidas, y con ello evitar los contagios masivos.
Pero si los estados y municipios, se ponen la pilas, y asumen su compromiso con los ciudadanos y luego viene el gobierno federal y anuncia, abrazos, besos y que la gente salga, además de ver a un presidente, quitado de la pena, sin usar cubre bocas, en gira por todo el país, entonces las señales que se dan son confusas y generan desinformación.
Con el argumento de tener los medicamentos e insumos más baratos y a tiempo, el congreso modifico la ley de adquisiciones para el área de salud, y ahora el gobierno federal podrá comprar en todo el mundo, y sin licitación medicamentos, con la misma historia del combate a la corrupción.
Este combate a la corrupción, me recuerda hechos que han acontecido en todo el mundo, y que son claro ejemplo, de que el caldo puede salir más caro que la enfermedad; los Castro en Cuba, derrocaron a Fulgencio Batista, porque tenía 11 años en el poder, y los hermanos Castro, ya tienen 60 años en poder de la Habana, Hugo Chávez, en Venezuela, dio un golpe de estado, para instaurar la democracia, y ya el régimen tiene 20 años, en un país que sumieron en la miseria; Daniel Ortega, asalto a la democracia en Nicaragua, con la argumentación de implementar derechos ciudadanos democráticos, y ya él y su familia llevan más de 2 décadas en un régimen opresor.
Con el combate a la corrupción, la 4T, adjudica a discreción el 80% de los contratos, más del 75% de las compras, y las partidas presupuestales son manejadas acordes a los tiempos electorales.
Cuando la política se cruza con las desgracia, entonces las cosas se ponen peor, claramente en México, la política y la salud se cruzan, y el margen de maniobra, se vuelve incierto, como una bala al aire, sin saber destino y fin.
Ya la pandemia pasó a segundo término, el circo, el show cambio de escenario, y la gran puesta en escena ahora se centra en hospitales de lujo, y cuidados VIP, para que Emilio Lozoya, este lo más como posible, mientras eso pasa, el COVID-19, sigue causando muertes y ya se suman más de 46 mil defunciones.
Pero eso no importa, la pandemia, la economía, la caída estrepitosa de PEMEX, eso es lo de menos, lo importante, es que las familias sean felices, que se abracen y besen ¿se podrá ser feliz sin empleo? ¿Se podrá combatir la pobreza con crecimiento 0?
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Dadas la circunstancias y teniendo como tema las lluvias, la pandemia Covid, sale relucir el oportunismo político de algunos, que con el argumento de ayudar, sacan raja política, para sus propósitos electorales.
El diputado local Rigo Ramos, si no lo conoce, no se preocupe, pero le comento, que este legislador local, aprovechando la tribuna que da el congreso tamaulipeco, se aventó la puntada de que había que donar su sueldo, para ayudar a los damnificados en Reynosa, no le duro mucho el gusto, porque el líder congresal, Gerardo Peña Flores, le recordó que el dona su sueldo íntegro para los héroes de la salud, y sopas, ya no dijo nada el empresario con hobbies de político.
Pero mire donar parte de tus ingresos por hobbies, no es nada, si el diputado donara un porcentaje de sus ingresos en sus empresas, ahí sí que sería de mucha ayuda. Porque no es lo mismo ser populista con lo que no es tuyo, que ser populista con lo que te cuesta y duele. Ahí queda.