Por: Chano Rangel
Soy un convencido que la libertad, es lo más preciado, que el libre albedrio, debe y tiene que respetar ante cualquier circunstancia, al final de cuentas, cada uno se muere como le da su regalada gana; ahí ninguna autoridad debe tener injerencia. La libertad, también abarca en la toma de decisiones de cuidarte en su salud y vida y el no hacerlo, no es una responsabilidad gubernamental.
Muchos negocios protestan en San Fernando, acudiendo ante la autoridad municipal, que, dicho sea de paso, nada tiene que ver, en el exhorto a cerrar los negocios no esenciales; así que la protesta, salvo el protagonismo de sus cabecillas, no pasara a mayores, se equivocaron de ventana en su protesta.
Ayer también Advento Sosa, líder de los comerciantes organizados y pertenecientes a la CANACO, informo que unos 15 comerciantes de la Peatonal Hidalgo, reabrieron sus comercios, a lo que el presidente del organismo, se deslindo de la responsabilidad y agrego, que son los propios comercios que reabrieron sus puertas los responsables de sus actos, y de todo lo que ello pueda originar.
Ahora que están de moda, el uso de esos MODITOS, que flagelan la integridad de la población, solo por la negligencia de algunos cuantos; pero tenemos que ser objetivos, prácticos y pragmáticos. No todos tienen la misma posibilidad, las rentas en la peatonal Hidalgo, oscilan entre los 25 y 30 mil pesos mensuales, dependiendo el tamaño del local rentado. La mayoría emplea a 2 o 5 personas máximo, son los que se les llama micronegocios o microempresarios, de esos que, en el país, emplean a 8 de cada 10 personas en edad laboral.
Su funcionamiento y perdida económica, significaría para el país, perder más del 80% de la fuerza laboral de la nación, sin embargo, la federación no ha dicho este asunto es mío, y a dejado al estado y los municipios asumir el problema de la reactivación económica; eximiéndose de la responsabilidad que por ley le corresponde al gobierno federal, que ya AMLO, dijo, que no apoyara a nadie, para el rescate económico, luego se queja que lo dejan fuera de la jugada, y no les gustan los moditos.
Si los comercios pusieron en jaque al gobierno, lo peor esta por venir, en Estados Unidos este día primero de mayo comienzan a abrir los negocios y muchas empresas, que se determinaron son esenciales, claro que, con las medidas de seguridad y sanitarias correspondientes, y en este sentido, México, aun no se pone de acuerdo con Canadá y Estados Unidos, que es esencial para los 3 países.
La unificación de criterios, entre los socios comerciales es fundamental, para afianzar las cadenas productivas, que van desde los corredores industriales del bajío mexicano, hasta la frontera norte, donde la industria maquiladora en Tamaulipas, es fundamental para el suministro de estas cadenas. La presión norteamericana esta a tope, los senadores y congresistas, exigen que se tomen medidas casi inmediatas y el gobierno mexicano, pasmado e impávido, aún no sabe que acciones tomar.
Ser parte de un tratado de libre comercio, es fundamental y continuar con apoyando la cadenas productivas, es un brete que México, tiene que resolver de manera firme y sin ponerse de rodillas antes los Estados Unidos.
Aunque no le gusten los moditos al presidente, ahora se tiene que poner las pilas, el país esta en riesgo y los industriales, no mienten al consideras las cadenas productivas, como base para reactivar la economía nacional. Esperemos que el presidente también lo entienda.
Al tiempo
De aquello y lo demás…
Por primera vez, desde que un servidor analiza y tengo uso de razón, nunca los trabajadores un día primero de mayo, habían tenido un día de descanso; siempre eran obligados a desfilar y a tener consignas en contra de las autoridades gubernamentales.
El día del trabajo, se conmemora casi en todo el mundo, pero en México el sindicalismo corporativo, hacia gala de su poder aparente y hacia del desfile del primero de mayo, una gran carpa de la política y reclamos laborales.
Este año, por la pandemia del coronavirus, se suspendió el desfile obrero, y esperemos que los años venideros, no halla este degradante puesta en escena, donde los obreros más obligados que por mutuo propio, asisten a un desfile que jamás a dejado un beneficio a los trabajadores.