Por: Chano Rangel
Se ha comenzado a debatir quienes aparecerán en las boletas electorales en el 2024, si Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal. De estos cuatro seguramente el andamiaje y la galvanización interna será plática de café en los siguientes meses.
Sin embargo, hay otro agregado, todos están colgados de la imagen del presidente, que, de manera indirecta está también en precampaña, tanto Adán Augusto López, apunta en su propaganda que es “el más cercano a AMLO”. Mientras tanto la ex jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, dice que “AMLO a Claudia” Marcelo y Monreal, han sido un poco más discretos.
Ni uno, ni otro, se salva del escrutinio popular, nadie esperaba la crecida del ex secretario de gobernación, que ya con su eslogan de “el más cercano a AMLO” no hay quien le revierta ese comentario, porque su amistad viene desde la juventud, el agradecimiento es también para la familia de Adán Augusto, en ese sentido, es también en realidad, quien más ha estado de la mano del presidente.
Para Marcelo esta es su última oportunidad, el tiempo y los años, no lo dejaría en la siguiente puesta en escena, por eso si no es, por un lado, las puertas del MC están abiertas de par en par para sus proyectos de nación, también tiene un eslogan que elogió las acciones de la 4T, pero no refleja el nombre de AMLO, como si lo tienen abiertamente Claudia y Adán.
Del ahora senador con Licencia Ricardo Monreal, poco se puede decir, su trabajo es discreto, con su disciplina posiblemente le alcance para ser candidato a la jefatura de la ciudad de México, si es que Morena gana esa entidad, porque en la actualidad tiene perdido un poquito más de la mitad del territorio.
Hay otro agregado, mientras los precandidatos hacen sus giras de posicionamiento y elogian los logros de la 4T, porque esa fue la instrucción nada de hablar de programas de gobierno, ni del futuro del país, ni de planes de trabajo, no cosas raras no, es solo hablar bien del trabajo del presidente.
Pues sí mientras los aspirantes elogian a la 4T, y por consiguiente al presidente, este hace lo suyo, y todos los días ataca y divide al país, polarizando una contienda desde las mañaneras, donde se va con todo con cada uno de los opositores que han mostrado interés en el frente Cívico por México.
El presidente se ha convertido en este momento en juez y parte, en dador de permisos electorales y el máximo interpretador de la ley electoral, donde las recomendaciones del INE pasan a formar parte del anecdotario, la última palabra la tiene el mandatario.
Apenas comienza la contienda, la oposición ha despertado de su marasmo, y ahora también para bien o para mal, ocupa lugares de ocho columnas, ponerse de acuerdo fue difícil para ellos, pero lo más complicado será seguir respetando los acuerdos hasta el final de la contienda.
No hay mucho que esperar, ahora las cosas están ya más o menos parejas, solo hay 10 puntos de ventaja entre una alianza y otra, perfil a perfil, está más cerrada, y lo que viene si se dan las cosas como lo esperan los opositores, es el despertar de un movimiento de la sociedad civil sin precedentes. El 2024 está cerca, los números se moverán todos los días.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Con las embestidas que se dan los adversarios internos, no cabe duda, que se despejan las dudas, el candidato a vencer en Reynosa es Carlos Peña Ortiz, que desde su trabajo como alcalde ha hecho todo el trabajo político y social, urbano y estructural para ser nuevamente nominado a ser el candidato para el 2024.
La oposición en Reynosa está hecha pedazos, el Cachorro como líder del PAN, no ha sabido hacer equipo, no ha conjuntado y aglomerado a la militancia en un proyecto común, está aferrado a ser el o nadie, el candidato por la Alianza, y en este sentido el PRI de Reynosa, podría aportar un mejor perfil que el Cachorro y por mucho.
Querer ser juez y parte, no sirve de mucho, ya le renunciaron activos importantes del panismo de la ciudad; pero líder estatal de los azules sigue pensando que es buen operador político, con todas las derrotas y cero victorias.
Mientras eso pasa, los números dan a Carlos Peña, un colchón suficiente para ser un candidato y ganar la contienda, no hay enfrente un adversario de peso político, hasta el momento la oposición es de humo y papel.