Por: Chano Rangel
Después de analizar y ver la nula reacción del gobierno federal e incluso, ver de manera lastimosa la poca importancia, que los funcionarios de gobierno de la 4T, siguen dando a la pandemia del COVID-19, los gobernadores jefes regionales de la política, se echaron el problema a cuestas.
El mandatario tamaulipeco, Francisco García Cabeza de Vaca, tomó las medidas necesarias y a tiempo, para contrarrestar el contagio masivo de coronavirus, aun incluso cuando el presidente, se vanagloriaba de encomendarse a los santos, creando la burla internacional, y la crítica en todo el orbe.
Pero las autoridades del los estados, tomaron las medidas localmente, gracias a dios, que asi fue, porque el presidente, sigue sin reaccionar, y ya tiene encima cientos de infectados, pero su escudo protector, aún le sigue protegiendo en su popularidad, que si bien es cierto es alta, la caída con las acciones tomadas en salud pública serán el punto de quiebre de la larga luna de miel.
Gracias a las acciones tomadas por los gobernadores, los casos no han sido peores, y con resultados inimaginables, Miguel Riquelme, de Coahuila, Jaime Rodríguez de Nuevo León, y Cabeza de Vaca, de nuestro estado, hacen un gran bloque de contención, para prevenir la pandemia.
Los resultados de las acciones de los gobernadores, que tomaron, el control de las acciones, han dado hasta el momento buenos resultados, aún, se desconoce hasta donde llegara la curva de contagios; la fase 2 de prevención, se puso en marcha oficialmente este fin de semana, donde el aislamiento social, es fundamental, para evitar los contagios y que la pandemia siga creciendo.
Sin en control que han tomado los gobernadores de este riesgo sanitario, seria un caos, porque el presidente, se siente tocado por Dios, y como un ser divino, inmune a cualquier enfermedad terrenal.
Los gobernadores tomaron la medidas sanitarias y de contención, 10 días antes que, el gobierno federal, diera muestra de interés, incluso el presidente todavía el fin de semana, invitó a la población a salir a la calle, de una manera irresponsable.
Las críticas no se han dejado de escuchar, un presidente mesiánico, deja claro, que primero están los votos, su popularidad y despues los demas, ese pueblo olvidado por los adversarios políticos, y despreciado por esta 4T; que sigue con la idea de avasallamiento de las instituciones; sin importar que estemos en medio de una pandemia, que está dejando al mundo en caos y económicamente endeble.
Sin embargo, los gobernadores, para bien de México, tienen el control de las acciones en cada entidad gobernada, y por eso los números de infectados, no ha crecido tanto o lo interesante sería saber, qué dicen los otros datos del gobierno federal.
Al tiempo.
De aquello y lo demás…
Comenzó la fase 2, como medida de prevención, así es que si no tiene que salir a la calle, no lo haga, la cosa es más seria, de lo que el presidente Obrador dice.
Los alcaldes de Tamaulipas, están en franca sintonía con el gobernador Cabeza de Vaca, para cumplir a medida de lo posible el aislamiento social y crear una barrera natural, para la propagación del COVID-19.
En Reynosa, por ejemplo al alcaldesa Maki Ortiz, invitó a la población, a permanecer en casa, a salir solo en caso de emergencias; y en casos extraordinarios, pero si no es así, el aislamiento es la mejor prevención.
En este mismo orden el edil de San Fernando, Pepe Ríos, suspendió todos los actos públicos, los parques públicos y las áreas de recreación masiva, para prevenir posibles contagios, además de estar en sesión permanente el comité de salud municipal, integrado por médicos y especialistas de la salud.
En este sentido, he visto y leído a través de redes sociales, los comentarios de personas, que argumentan que tienen que salir, porque viven al día; y sus ingresos, no pueden esperar una cuarentena, y razón la tienen, pero se tiene que ser responsable, con las medidas higiénicas pertinentes y seguir las reglas del aislamiento, como en lo saludó de mano, no saludo de beso, mantener distancia de 1.5 metros y de lavarse las manos cada 15 minutos.
Si no hay otra opción que salir, hagámoslo con responsabilidad.