¿Después de la tormenta que?
Cuenta la historia, que un día común fuera del congreso (de cualquier estado y el federal) ubíquelo usted donde más apropiado lo encuentre, un transeúnte pregunta al vendedor de semillas en la puerta del edificio legislativo, cuando escucho que, del recinto sagrado de sesiones, salían vituperios como rata, asesino, bandido, sinvergüenza, holgazán. Y le dice que paso, se están peleando o que oiga, y le contesta muy tranquilo el vendedor, nombre están pasando lista de asistencia.
Pareciera ser, que este es el común denominador, cuando de política se habla y se cuestiona, la credibilidad de los partidos políticos y sus hombres, esta por los suelos. Los sismos del 7 y 19 de septiembre han sepultado la esperanza de muchos, como la del gobernador de Morelos Graco Ramírez. Que quiso montar su proyecto político en la desgracia ajena, y aprovechó momentáneamente los apoyos ciudadanos para vanagloriarse y salir victorioso, cosa que no sucedió gracias a las malditas redes sociales, que exhibieron al gobernador insaciable.
Los números también cambiaron para el Presidente Enrique Peña Nieto, su hundimiento político, pudo haber sido histórico, pero no fue así, la percepción de la gente sigue sin cambio, la inmensa mayoría de los mexicanos, sigue dándole la espalda a un gobierno plagado de corrupción, de cinismo y compadrazgos.
Pudo haber sido la posibilidad soñada de enderezar el barco y zarpar sobre aguas más tranquilas, justo a meses de la elección presidencial, pasó justo lo mismo, cuando los mexicanos salieron a las calles y vitoreaban el nombre de México, para respaldar al presidente en contra de los ataques de Donald Trump, pero igual que ese episodio, en este nuevo capítulo social, tampoco el equipo del presidente supo que hacer con tanto apoyo, y se terminó evaporando.
Ahora el repudio subió de tono, los ciudadanos exigen que los partidos no tengan sus prerrogativas, que el ejército no interceda en la búsqueda y que sean los propios ciudadanos los responsables de la ayuda humanitaria y de rescate. Algo que por supuesto no podría ser, porque la Marina, la institución mejor calificada del país, está teniendo serios problemas a la hora de operar rescates y ayuda a las comunidades. Pero no es por desconfianza, es por el hartazgo de la población que ya no cree en nadie.
De los actores políticos mejor librados, está el jefe de gobierno que calladito, ha catapultado sus aspiraciones y ha puesto la balanza a su favor, con los sismos de la ciudad de México, la cobertura mediática nacional e internacional, es Miguel Ángel Mancera, el hombre más visto en medios masivos. Su imagen está por los cielos.
Han cambiado tanto las cosas, que, hasta el mismo Peje Andrés Manuel, cambio su discurso, y se tendrá que replantear su enfoque de precampaña, porque los sismos, no solo movieron la tierra, movieron conciencias y eso es más peligroso para los políticos mexicanos. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
En San Fernando, como dijera la raza andan muchos alborotados, la presidencia se ha vuelto un quehacer de muchos hombres y mujeres, todos buscan según dicen ellos, el bienestar de la sociedad. Han salido hasta debajo de la piedras.
Del PAN y del PRI, ahora todos están queriendo ayudar, por ejemplo Rubén Rodríguez, líder local de la CNC, se le vio llevar ayuda a los damnificados del ejido Águila Azteca, el dadivoso Rubén, se acordó de su sector, y las redes sociales, han sido su principal medio informativo, como dicen los chavos fotos pal face.
Sin embargo dentro de todo ese entramado, de Pedro Luna, Rubén Rodríguez, Nacar, Maybella, y demás apostantes, ninguno tiene la posibilidad de elección, al menos no para la presidencia, esa está casi, casi en manos del actual Edil, Pepe Ríos.