Por: Chano Rangel
Amaino la lluvia, y dejo arenas movedizas, sobre todo en el ámbito político, debajo de las piedras y la arena, salen a relucir viejas afrentas, ayer vimos algunos reclamos de colonos, que pedían de manera abrupta se les resolviera el problema.
Como lo dijimos en anteriores textos, la ciudad de Reynosa, es la que más produce y más empleos genera en Tamaulipas, electoralmente es la joya de la corona; y no cuenta con un sistema de drenaje pluvial, salvo en algunos pocos tramos, del primer cuadro de la ciudad.
El gobierno del estado, de misma voz del gobernador Cabeza de Vaca, a puesto énfasis en el trabajo de obra hidráulica de Reynosa, y vaya que se ha reconstruido en este sentido la ciudad, además de ello, la alcaldesa Maki Ortiz, a hecho bajo su gobierno la mayor inversión en obras de saneamiento en la historia de la ciudad.
Pero el rezago no es de 1 año, ni 2, el atraso en la materia, tiene décadas, y bueno seria preguntar ¿dónde quedaron los fondos entregados por el Banco de Desarrollo de América del Norte, a fondo perdido, a las administraciones de Oscar Luebbert, Everardo Villarreal y Pepe Elías?
Un ejemplo muy claro, de la inversión del BANDAN, en la frontera de Tamaulipas, es Matamoros, ejemplo a seguir para los analistas de de CILA, EPA (agencia ambiental de Estados Unidos) CNA, por el trayecto de sus inversiones, bajo distintos colores políticos.
En 2003, bajo la administración de Mario Zolezzi, se certifico a la ciudad para recibir 420 millones de dólares, etiquetados para el Proyecto Integral de Agua Potable y Saneamiento de la Ciudad, donde la BANDAN, CNA, CILA, EPA, SHCP, Gobierno de Tamaulipas, Municipio de Matamoros, y el organismo Operador de Agua de la ciudad, Junta de Aguas y Drenaje, se comprometieron a invertir estos recursos en 20 años, en diferentes etapas.
Actualmente, la ciudad, cuenta con 2 plantas de tratamiento de aguas residuales al oriente y al poniente, se sustituyo todo el drenaje sanitario del primer cuadro de la ciudad, y los colectores, viejos se reconstruyeron, además de estaciones de bombeo, cárcamos y actualmente se cuenta en agua potable, con tanques elevados, las famosas copas, que ya operan y los nuevos que se construyeron, para suministrar el vital liquido, con sus 2 plantas potabilizadoras y otras más plantas paquetes, la ciudad, a hecho posible el abasto de agua en la ciudad.
Lo comento, no porque ya las inundaciones, no existan en Matamoros, esas seguirán la naturaleza nunca se equivoca, porque las aguas, buscaran su cauce natural, lo que si se ha conseguido, es el desalojo del agua de lluvia en el menor tiempo posible.
Pero Matamoros, no ha dejado de invertir en el rubro, desde el 2003, pasando por distintas administraciones, Baltazar Hinojosa, Erick Silva, Lety Salazar, Jesús De la Garza y ahora con Mario López de Morena. El seguimiento en este proyecto, a estado ajeno a colores e ideologías, y mucho a resuelto el problema en Matamoros, claro hay otros, pero lo hidráulico, a dejado de ser un problema latente.
Expuesto todo esto, sigue en pie la pregunta, Reynosa, se certifico en el Proyecto Ambiental de Agua y Saneamiento, antes que Matamoros ¿pero que paso? ¿a dónde se fue el recurso? ¿ que se hizo con las aportaciones del BANDAN?
Por lo pronto, la alcaldesa se comprometió atender, la demanda del fraccionamiento Rincón de las Flores, ubicado en la zona sur de Reynosa, por la carretera a San Fernando, con el drenaje pluvial, para esta zona, y así como este fraccionamiento, hay muchos que fueron aprobados por otras administraciones, a sabiendas, que no tenían factibilidad técnica.
De Aquello y lo demás…
En otro orden, pasada la lluvia, en San Fernando, la zona más afectada por la comunidad de La Lomita, hasta donde el alcalde Pepe Ríos, traslado a su equipo de trabajo, y realizo los trabajos de desfogue de las aguas de lluvia.
Así mismo el edil, invito a los residentes de este sector rural, a verificar los daños, y hacer un reporte preciso, para en caso de solicitar la ayuda, del fondo de desastres.
Pero en esta región, la lluvia, fue recibida con agrado, las pastas y los terrenos agrícolas pedían a gritos la bendita lluvia, los ganaderos estaban sufriendo una seca muy fuerte, las 2 a 4 pulgadas que llovieron dejaron esperanza y buenos augurios en la región del valle de San Fernando.
La ciudad, también mostrada problemas de abasto de agua, el alcalde, Ríos Silva, aun con la lluvia, sigue invitando a la población, a hacer uso concientizado del agua, en esta época de fuerte calor.