Por: Chano Rangel
Después de la tormenta viene la calma, por lo menos así dice el dicho, pero esto no pasa en ciudades como Reynosa y Matamoros, donde las fuertes lluvias, siempre que ocurren con una precipitación mayor a 4 pulgadas en corto tiempo, ponen a la ciudad en un verdadero caos.
Reynosa, no es un ciudad, que cuente con un sistema hidráulico de primera, y de eso no podemos culpar, a Maki Ortiz, aunque ya muchos despotrican en contra de la administración local.
Mire colonias como al Ernesto Zedillo, Delicias, Roma, Escondida, Juárez, Pedro J. Méndez, la presa, y prácticamente todas las que circundan la Laguna La Escondida, son proclives a inundarse, cuando un torrencial aguacero, como el de ayer por la noche azoto, la ciudad.
El gobierno de Tamaulipas, puso en marcha de ayuda, a través del DIF, con enceres, para la limpieza y sanidad, además de poner todos los recursos y manos a la obra, por instrucciones del gobernador Cabeza de Vaca.
El mismo gobernador, ha girado las instrucciones para que la contingencia sea atendida y se pueda mitigar en el menor tiempo posible, la naturaleza es implacable, y seguirá ocurriendo, el agua busca su cauce, y, si el ser humano invadió su espacio, entonces se seguirán viendo desastres como el de Reynosa.
La culpa, quizá en este momento, no es de nadie, muchas de estas colonias, propensas a inundarse, fueron en su momento invasiones ilegales, que al paso del tiempo, pasaron a formar parte de feudo legal, del municipio, más por cuestiones políticas de gobiernos anteriores (priistas) que por factibilidad técnica.
Estos asentamientos, se seguirán inundando, siempre que se presente un fenómeno, como el de anoche 24 de junio y madrugada del 25, por la simple razón, que la naturaleza nunca se equivoca, y los que en su momento invadieron esos terrenos, sabían que no eran aptos para la vivienda, y con todo ello, se apoderaron de ellos, pero consecuencias están ahí visibles y recurrentes.
Ahora estos mismo, que invadieron y se apoderaron de terrenos bajos, acusan a todos los gobiernos de su desgracia, hace un año en 2018, ocurrió lo mismo, y a esas familias, se les apoyo, con colchones, kits de limpieza y desinfectantes, enseres domésticos y muchos apoyos, y ahora, ocurre lo mismo, y seguirá ocurriendo, porque no se puede ir contra la naturaleza.
El gobierno estatal y municipal, hacen su mejor esfuerzo, pero en este sentido el caso es complicado, porque si bien es cierto, que son terrenos inundables, también es cierto, que de nueva cuenta, vimos los drenes atestados de basura, llantas y hasta refrigeradores, ah, pero luego nos quejamos.
La cultura de la limpieza, es algo que las familias, de Reynosa, deben de empezar a trabajar, eso no resolverá el problema de inundaciones –estas seguirán ocurriendo- pero si se podrá, desalojar el agua en menor tiempo posible.
Hasta el momento, la Comisión Estatal del Agua, Protección Civil del gobierno del estado, la fuerzas armadas, la COMAPA y el municipio, auxilian a las familias afectadas, pero nada cambiara, si los mismas familias, no asumen su compromiso con la limpieza y el orden. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
En Río Bravo, el alcalde Carlos Ulivarri, a estado atento al fenómeno meteorológico que azoto la región, fueron casi 4 pulgadas de lluvia –por cierto muy benéficas para el campo- pero que dejan a la zona urbana en condiciones de vulnerabilidad.
Por este motivo, sea activo, en Rio Bravo un albergue, para las familias que asi lo solicitaran, además de estar muy pendientes a través de Protección Civil del Municipio, de las zonas más propensas a inundaciones.
El operativo, fue coordinado, por el mismo alcalde Carlos Ulivarri, quien tuvo a bien, en poner a la orden de los riobravenses, todos los organismos involucrados en este tipo de contingencias, como la COMAPA, DIF Municipal, SEBISOL, y demás dependencias de auxilio.