Por: Chano Rangel
Han pasado ya muchos años, desde que en aquel 1998, cuando Rosario Robles y Andrés Manuel López Obrador, fueron compañeros de política y de partido, una por encima del otro, como lo marcan la leyes no escritas del poder.
Rosario Robles Berlanga, fue designada jefa de gobierno del ex Distrito Federal, donde tuvo sus arreglos con Carlos Ahumada Kurtz; y Andrés Manuel López Obrador, lideraba el Partido del Sol Azteca, el PRD.
Su relación nunca fue buena, y en la primera intentona de AMLO, por conseguir la Presidencia de la República, fue precisamente Robles Berlanga, una piedra en el zapato, que López Obrador, no podía quitar sin salir raspado, y así fue, la relación de Rosario con Carlos Ahumada, dio al traste, cuando el empresario de origen argentino, se prestó para grabar y exhibir a René Bejarano, recibiendo dinero para la campaña presidencial del actual candidato del Sol Azteca, Andrés Manuel.
Jurada y sentenciada, Rosario Robles, es una mujer astuta y sagaz, de la mano de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, subió de ser líder femenil del Sindicato de la UNAM, a ser jefa de gobierno y cuanta posición, le daba el partido del Sol Azteca.
Pero eso no era el asunto, la sagacidad de Robles, la llevó a jugarse en un volado, su carrera política y se dejó querer por el entonces gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto; con él ascendió e hizo negocios, su hija a pesar de ser izquierdista fue designada lideresa del PRI del DF, con toda la oposición de la militancia tricolor de la Ciudad de México.
La suerte estaba echada, la apuesta a Robles, le salió como anillo al dedo y asestó su segundo golpe a Andrés Manuel, perdiendo este por segunda ocasión la presidencia de la república. Además de eso, las jugadas de Robles, le dieron esos puntos que el PRI, necesitaba en la capital, para salir victorioso, trabajo que Chayito cobro con doblones de oro.
Cuando AMLO, regresa por tercera ocasión, Rosario desde la secretaría de desarrollo social y más tarde desde la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, operó con los recursos para quitarle la fuerza al movimiento morenista, que crecía en muchas regiones del país, y su logro más importante, es hacer que la coordinadora nacional de la educación, aprobará la reforma educativa de Peña Nieto y las reformas constitucionales que vinieron después.
El dinero salía a raudales, la estafa maestra fue puesta en evidencia, y Rosario Robles, fue señalada hasta por los compañeros de administración como la artífice de esta triangulación de dinero; que sirvió para darle al PRI, el gobierno del Estado de México, Coahuila y otros más.
En la reuniones de ex miembros del gabinete, la queja de Robles es que la habían dejado sola, con muertos y heridos, a lo que el mismo ex presidente argumentaba que no debería de preocuparse, en ese momento. Y tenía razón el presidente, en ese momento no era justa la preocupación, pero ahora sí debe de preocuparse Chayito.
En el reclusorio de Santa Martha, está en calidad de presunta culpable, y desde ahí tendrá que responder al daño al patrimonio federal y los recursos que supuestamente desvió, un poco más de 5 mil millones de pesos. Como el policía y el ladrón, ahora si AMLO, la tiene en sus manos. Al tiempo.
De aquello y lo demás…
El alcalde de San Fernando, Pepe Ríos, dio por terminado los cursos de verano, realizado en la biblioteca municipal. Donde muchos niños aprovecharon su tiempo y dieron el reforzamiento al aprendizaje básico.
Es también motivo de satisfacción, que gracias a las gestiones del edil de San Fernando, se hace una promoción muy importante de la Playita Carbonera, principal destino turístico del municipio.
Se contempla también, la promoción y realización de un torneo de pesca internacional en la zona de la Laguna Madre, a través de las diferentes secretarías y la de turismo, el gobernador Cabeza de Vaca, impulsa fuertemente el turismo regional. Por este motivo, el alcalde Pepe Ríos agradeció al mandatario estatal, toda su aportación, para darle a San Fernando, más viabilidad para su crecimiento.