Por: Chano Rangel
En política las cosas no son por casualidad, esa palabra no existe en el argot, la causalidad es por ende la más común, y si por causalidad un candidato no despega o mejor dicho, como dice la raza “nomas no levanta” entonces es que algo muy malo esta ocurriendo hacia el interior de esa campaña.
La pelea presidencial en México, se da en el segundo lugar, Ricardo Anaya y Meade, se disputan férreamente ese lugar, saben que en este corto tiempo, es imposible alcanzar el primer lugar, hecho que científicamente nunca a pasado a lo largo del mundo, donde existen las democracias.
Pero surgen la preguntas ¿porque pelear el segundo lugar? ¿por qué tirarse lodo del 2 y 3 lugar? La complejidad de la pregunta, solo rivaliza con la sencillez de la respuesta. Lógico primero descarrilar al segundo, quedarse en una pelea de 2 y pedir el voto útil al tercer lugar. Nada excéntrico, la estrategia sería buena si en primer lugar, no estuviera tan arriba, porque en dado caso de una negociación (coalición) por debajo de la mesa, ni todos los votos son azules, ni todos los votos son tricolores; entonces el riesgo de desbancar al segundo lugar, puede causar una catástrofe peor que la que están viviendo el PAN y el PRI, en este momento.
El voto útil, como ya lo hemos mencionado Eugenio Hernández, lo volcó hacia la candidatura de Felipe Calderón, Egidio Torre, entregó en su primer proceso casi toda la contienda, por una simple razón, impedir que AMLO llegara a Los Pinos. Pero esa es historia, y difícilmente se repite, ahora el hartazgo, la impopularidad el presidente, el gasolinazo, la corrupción, la reformas, tienen al PRI y al PAN sumidos en su más profunda crisis de credibilidad, y se siente, se palpa en cada acto de campaña.
El presidente como PPM (primero priista de México) pudo imponer como candidato a José Antonio Meade; pero el mismo presidente no podrá hacerlo presidente, esa es otra tarea, de otro equipo. Y es ahí donde el abanderado priista externo, esta pagando todo el peso de las fracturas políticas del priismo. Donde desde su interior salen los cañonazos que han minado la campaña del PRI.
Regresando al punto de las sumas y restas, es preciso recalcar que, en la política, estas son de aritmética, por ejemplo en Tamaulipas, José Ramon Gómez Leal, suma a MORENA, mas de 50 mil votos de Reynosa, y Ramon Garza Barrios, con todo y sus problemas, da a regeneración nacional competitividad en Nuevo Laredo, al mismo tiempo, la inclusión de Fernando Azcarraga, quitara votos a este partido, todos saben que, Azcarraga en el Puerto, es de luces y sombras, más sombras que luces.
Lo mismo pasa en Victoria capital, el doctor Felipe Garza Narváez, si el tsunami da frutos, podrá convertir su sueño realidad, de convertirse en alcalde de la capital. Aspiración que tiene desde hace más de 30 años, y en este caso el doctor si suma votos a MORENA. Pésele a quien le pese.
Quien sumo y quien resto, eso solo se sabrá pasada la elección, lo cierto, lo real, es que el fenómeno llamado MORENA y Andrés Manuel López Obrador, traen convulsionado y de cabeza al sistema político tradicional en Tamaulipas y en México. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Mientras tanto en Matamoros, las cosas en política se empiezan a aclarar, primero, que el alcalde va de lleno por la reelección, y Chuchin De la Garza, a base de trabajo y gestión, a logrado solidificar un entorno favorable para su continuidad.
Aun con los problemas financieros del ayuntamiento de Matamoros, la obra pública y social no ha dejado de fluir, eso se ve y se nota, nomas esta de darse una vuelta por la carretera a Victoria, por la avenida del maestro y por muchas colonias, donde la pavimentación y servicios básicos, han llegado de la mano de la actual administración, donde Chuchin, es catalogado como uno de los alcaldes con mayor crecimiento en la entidad.
Por eso no hay duda, que la boleta electoral de alcalde tendrá su nombre y la única incógnita seria quien lo acompañara hacer campaña Mónica González o Juan Carlos Córdova. Al tiempo.