Por: Chano Rangel
Mucho se ha dicho, y mucho más se ha rumorado, que la mano de Egidio Torre, estaba metida de lleno en el priismo de Tamaulipas, y el “liderazgo” de Sergio Guajardo. Que más bien era como un secretario que nada más cumplía órdenes, y a veces mal cumplidas.
Pasada la elección del 01 de Julio, Sergio Guajardo, debió haber empacado, sus tiliches e irse, no fue así, se aferro hasta con uñas y dientes a una posición mermada económica y políticamente. La barrida del 2016, era lo que se conocía como la peor elección del priismo en Tamaulipas; porque aun no venia la barredora del 2018, donde quizá el PRI, perdió esquema, ideología, glamour y compromiso. Nada había más que perder, entonces ¿por qué no se iba Sergio Guajardo?
Esa pregunta se la hacían, hasta los No priistas, si la puerta de enfrente aun estaba abierta para la retirada con algo de dignidad, no fue así, las prerrogativas y dadivas, que, como partido tiene el PRI en Tamaulipas, aun representaban una formo onerosa de seguir viviendo del presupuesto publico.
Sin embargo, la llegada del Claudia Ruiz-Massieu al PRI nacional, dejó a todos los agoreros con la boca abierta, su vínculo con Guajardo y Egidio Torre, es nulo, y la visión de la sobrina consentida del innombrable, es ahora una cuestión de partido minoritario, decadente y opositor.
Sus bancadas en el senado y la cámara baja; son de hecho, la peor en toda sus historia de 87 años, una bancada que no da, ni para negociar y fusilamiento político. Su paso y quehacer en esta legislatura sera de mirón de angora. Ni el senado, ni la cámara de diputados, le dan al PRI la fuerza para convertirse en el fiel de la balanza, es más hasta los que fueron sus hermanos menores, como el PT y PES, tendrán más peso que el partido tricolor.
Al PRI, solo le queda renovarse, ya hasta morirse es cosa secundaria, si se quiere convertir y regresar en algunos años, su alianza con sus primos hermanos de MORENA, tendrá que ser real, después de todo, el viejo PRI ahora es morenista.
No hay que olvidar, que se habla de la cuarta transformación, y esta también podría incluir al priismo nacional y local. Sobre todo, con el peso de AMLO, en las decisiones cupulares, donde ni un hoja de papel se mueve, si este no lo autoriza. En su funcionamiento Morena, es el PRI de los 70s, y su funcionamiento parece que será igual.
Una vez repasado el tema ¿entonces que le queda a Tamaulipas? Sin lugar renovarse, su competitividad, tendrá que ir en alianza estratégica con Morena, si es que quiere sobrevivir, de otra forma el PAN Tamaulipeco, terminara por liquidarlo y darle la estocada final. Y para eso el CEN a metido el acelerador, y estas próximas horas, sera hombre o mujer, pero el más visible, es Cesar García Coronado. Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
En Reynosa, se lleva a cabo el evento, de la ONU Hábitat, donde la ciudad más grande de Tamaulipas, es estratégica en la agenda binacional. El alcalde en funciones y a la alcaldesa electa, han puesto principal interés en la agenda urbana, para los próximos 30 años.
Sin lugar a dudas, estas acciones llevarán a tener un mejor entorno de convivencia en todos los sentidos y darle a la ciudad un equilibrio en el crecimiento y el medio ambiente.
Es por ende, un tema trascendental para los reynosenses, dado que los recurso internacionales que puedan llegar a la ciudad por este rubro, serán de mucha ayuda para una ciudad en constante movimiento y crecimiento acelerado.