Zapopan, Jal.- En Tigres los grandes festejos sólo duran un día. Apenas horas después de ganar la final de Liga contra el Guadalajara, el director deportivo del club, Antonio Sancho, comenzó a imaginar la próxima temporada. “Lo más importante es seguir ganando títulos”, dice el ex centrocampista a La Jornada, como si el hecho de acumular ocho en su historia no fuera suficiente.
Entre los planes del consejo de futbol del equipo no se miran las fechas de nacimiento, mucho menos la nacionalidad de los jugadores. Desde que el reglamento de competencia permite hasta ocho extranjeros en la cancha, las críticas sobre su filosofía no tienen relevancia al interior del plantel.
“A final de cuentas, siempre hemos creído en ellos, por eso están aquí. Tenemos una amalgama de juventud y experiencia, y así se construyen los grandes equipos”, explica; “los jugadores saben la calidad que tienen, lo demostraron todo este torneo; confiaron, nunca se cayeron y este campeonato es su mejor reconocimiento”.
Los planes son iguales de ambiciosos que antes, pero su primer objetivo es la renovación de Robert Dante Siboldi, ex portero y ahora técnico campeón al frente de los universitarios. Sancho encoge los hombros y sonríe cuando la pregunta apunta a la continuidad del uruguayo. “¡Je! Está claro, ¿no?”, responde; “evidentemente nuestro futuro empieza con él”.
Aunque las razones parecen obvias, Sancho profundiza en el deseo de contar con Siboldi, hombre que se repuso de antiguas frustraciones en su carrera para volver al club en el momento que más se necesitaba.
“Cambiar de entrenador siempre es difícil para un equipo. Empezamos bien el torneo con Diego (Cocca), pero luego se fue a la selección nacional; cuando Chima (Ruiz) llegó como interino, notamos que el equipo venía para abajo a pesar de la calidad con la que contábamos. Por eso mi reconocimiento para Robert, que aceptó el reto, fue valiente y compenetró a los jugadores con ideas claras y simples”, agrega.
Al menos en la década reciente, Tigres conquistó la mayoría de sus trofeos con Sancho en la dirección deportiva. Aunque ahora tienen uno más que Pumas, uno de los equipos más prestigiosos del circuito profesional, los felinos no reclaman su lugar como grandes.
“No estamos para poner nombres ni etiquetas, eso se lo dejamos a la prensa y los aficionados”, reflexiona el directivo; “nuestra labor es seguir consiguiendo éxitos, continuar esta época maravillosa, que no ha terminado, y hacer de esta institución algo importante. Esa es la esencia de la Universidad Autónoma de Nuevo León, de nuestro equipo y la gente que nos representa”.
Los felinos iniciaron ayer un periodo de 15 días de descanso antes de la puesta a punto rumbo al Apertura 2023. Decenas de personas los recibieron la madrugada del lunes en el estadio Universitario de Monterrey, después de ganar el título de Liga número ocho.
“¿Qué sigue para nosotros? Pensar en el torneo que viene, por eso estamos aquí”, recalca Sancho mientras a cientos de kilómetros la realidad del Guadalajara parece más oscura.
Ningún jugador del Rebaño quiso ofrecer declaraciones luego de perder una ventaja de dos goles en la final y caer en tiempos extras. Amaury Vergara, dueño del club, canceló el domingo por la noche un recorrido que había programado antes del partido por la glorieta de La Minerva, a manera de agradecimiento a sus seguidores. El silencio acompañó a los rojiblancos en su último día de concentración en la Perla Tapatía.