Tras la apertura de un expediente, el órgano disciplinario de la UEFA consideró que Bruno de Carvalho infringió el artículo 11 de su Reglamento de Disciplina, por los comentarios sobre la actuación de los árbitros de dichos encuentros publicados por él en redes sociales.
«La UEFA aprovecha la oportunidad para reiterar que el respeto es un principio clave del fútbol, incluido el respeto al juego, la integridad, la diversidad, la salud de los jugadores, las normas los árbitros, los oponentes y los aficionados», indicó el organismo en su página web.
Además de la amonestación al dirigente luso, la comisión disciplinaria también ordenó al Anderlecht que contacte con el Bayern Munich para compensar con una cantidad de 30 euros a cada uno de los aficionados del equipo alemán a los que ubicó en el sector más alto de su estadio (secciones 14, 15, 16 y 17).
Para la UEFA el Anderlecht incumplió en el encuentro jugado con el equipo alemán el 22 de noviembre en su campo (1-2) su normativa de entradas, en concreto el artículo 19 sobre las reglas de seguridad.
