Por José Gregorio Aguilar
Entre los alimentos que más se encarecieron este primer trimestre del año se encuentra el pollo, bolillo, huevo, cebolla, tortillas y limón informó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC manifestó que la celebración de Semana Santa del 2023 avanza dejando atrás un trimestre con una inflación alimentaria de dos dígitos, promediando un 16% la elevación de precios de los alimentos esenciales e imprescindibles en la ingesta de las familias mexicanas.
Estos productos de consumo irreductible han registrado en este primer trimestre sensibles y significativos aumentos en sus precios.
Así, el precio de un bolillo ya llegó a costar 4.50 pesos; el kilo de huevo, en 96 pesos mientras que el de la tortilla hasta en 30 pesos y el de pollo se ha llegado a encontrar hasta en 200 pesos; pero también la carne de res subió hasta en 230 pesos y el kilo de tomate hasta en 42 pesos.
“El desfile de aumentos es largo y doloroso. Resultaría más sencillo enunciar aquellos productos que no han subido sus precios”, comentó Cuauhtémoc Rivera-
Comentó que la Semana santa es tiempo de guardar. Bien podría establecerse un paralelismo del Viacrucis de Cristo en su primera estación o parada cuando fue sentenciado a muerte con la experiencia vivida por el pueblo mexicano en los últimos tres años en cuanto al abasto de víveres.
Las amas de casa se viven tronando los dedos a la hora de comprar la comida.
“No nos cansaremos de señalar este hecho mientras ocurra para evitar que se revitalice o se pretenda ocultar debajo de la alfombra. No hay nada más grave para cualquier jefe de familia que no poder llevar el sustento a casa y garantizar los sagrados alimentos a su familia”.
La cuesta de enero este año se convirtió en una verdadera pendiente empinada que endilgó una escalada al alza en los precios de los alimentos, provocando vértigo y dolor, lo que nos acerca a entender en carne propia el flagelo que hubo de soportar Jesucristo al ser castigado y crucificado por su” pregón”.
“Lo que las familias sufren día con día al luchar por una alimentación digna y nutritiva es su verdadero viacrucis, su cuota de dolor, esperanzados como Jesús en que llegue la hora de su redención y surjan días maravillosos, llenos de felicidad, vida plena con suficientes viandas en la mesa de cada hogar que dé cuenta de una alimentación rica y nutritiva a la que todos los mexicanos, sin excepción, tienen derecho” finalizó Rivera.