Por Pegaso
A petición de El Cachas de Oro, hoy escribiré con seriedad. (Nota de la Redacción: Pegaso, que te lo crea la más viejita de tu casa).
Después de mi vuelo vespertino me eché un clavado en las redes sociales y en la bandeja de mi correo electrónico para ver las opiniones, sugerencias y críticas de los miles de lectores que se deleitan diariamente con ésta modesta colaboración. (Nota de la Redacción: La verdad es que sólo tienes tres: El Cachas de Oro, tu papá y tu hermana).
Bueno, la idea es que El Cachas de Oro me recriminó porque sólo trato temas banales, superficiales y huecos, como el de ayer, relativo a las nalgas.
Y me hacía la sugerencia que tocara temas más serios y de actualidad, como la entrega y operación de los flamantes camiones que adquirió el Municipio para mejorar el servicio de limpieza pública.
De entrada, no me pareció tan mala idea.
Me pregunta si a los encargados de las unidades se les hizo firmar algún resguardo de las unidades, expresamente sobre los accesorios que trae cada una de ellas, tales como gatos hidráulicos, extintores de cabina, triángulos reflectantes y llantas de refacción.
Esto, porque dice que en menos de un mes la raza empezará a desmantelar las unidades, a cambiar llantas nuevas por viejas y a sustituir los demás aditamentos por otros chafas; que dentro de poco podemos conseguir en algún tianguis cualquiera de esas cosas y que no tardará mucho en que se detengan cerca de una camioneta de esas que quitan los catalizadores para venderlos y obtener una lanita extra.
Creo entender la preocupación de El Cachas de Oro: La idiosincracia del mexicano es la de tomar aquello que supuestamente no hace falta, lo que está descuidado o lo que parece no tener dueño o simplemente.
Ya me pasó una vez: Dejé mi cámara olvidada en una mesa después de una conferencia de prensa y cuando regresé, ya no estaba ahí. Pregunté en la recepción y nadie me dio razón de ella.
Anduve haciendo algunas indagatorias y nada. fue hasta que ofrecí 6 mil pesos por una de las redes sociales cuando salió una persona diciendo que la tenía.
Me puse de acuerdo con él, quien a partir de ese momento se le conoce como El Manos de Seda, y ahí estaba con mi cámara.
Por supuesto que no le dí los seis mil pesos, pero sí una gratificación.
Días después, un amigo me platicaba que el susodicho Manos de Seda andaba diciendo que yo era un Pegaso bien pinche porque no le pagué los seis mil pesos.
Los Palomos, como los bautizó la alcaldesa Maki Ortiz, son 23; sumados a 21 usados que ya había, suman un total de 44 camiones.
Las flamantes unidades son relativamente más pequeñas que las viejitas, pero son más eficientes y se espera mucho de ellos.
No creo que sean la panacea para acabar con el antiquísimo problema de la basura, pero representan al menos un avance.
Durante décadas, la falta de un sistema realmente efectivo de recolección y confinamiento de los desechos sólidos urbanos ha provocado el surgimiento de enormes, enooormes basureros a cielo abierto.
Hacia el norte tenemos Las Calabazas, hacia el oriente, Corrales, hacia el sur, Las Anacuas y el tiradero de la colonia Ramón Pérez; y en prácticamente cada lote baldío las personas tiran todo tipo de cosas, desde sillones, llantas viejas, refrigeradores, colchones y hasta carcasas de automóviles.
El drenaje también es otro basurero. Se han encontrado dentro de las tuberías un sinfín de objetos, los cuales provocan obstrucción que después producen caídos y socavones.
He ido a varias audiencias públicas donde la alcaldesa pide de manera incesante a la gente que barran el frente de sus casas, que tiren la basura en su lugar, que adopten una cultura del reciclado, pero sus palabras parecen no tener efecto.
¿Dónde están las señoras que se levantaban muy temprano para limpiar la banqueta?
La mayoría se levantan con la fresca de las doce porque se desvelaron viendo su narconovela favorita.
No basta con comprar camiones. Hay que formar una cultura de la limpieza, fomentar el reciclaje y la clasificación de los desechos, volver a las viejas tradiciones de barrer el frente de las casas y evitar que se tire la basura en lugares que no corresponden.
Dentro de unos días se realizarán los foros de consulta pública para modificar los reglamentos municipales actuales o crear nuevos.
Es ahí donde los ciudadanos preocupados, como El Chachas de Oro tendrán la oportunidad de opinar sobre los temas que les preocupa, en su caso, el de la basura y el cuidado del medio ambiente.
Los dejo con el dicho estilo Pegaso: «A excelente varón impoluto levantas preces». (A buen santo te encomiendas).