La Comuna/ La mafia de la bata blanca

Por José Ángel Solorio Martínez

Dora Oralia Valdez Zozaya, esposa del Secretario de Desarrollo Rural de Tamaulipas, Antonio Varela Flores, se incorporó a la gigantesca e influyente red de corrupción que tras asignar contratos de material médico en forma irregular y parcial, suman extraoficialmente más de mil millones de pesos en el Sector Salud, de mal manejo.

Sólo la más reciente operación descubierta en ese importante sector de gobierno es de más de 300 millones.

Valdez Zozaya es la Directora de Recursos Materiales de la Secretaría de Salud, entrega las licitaciones a amigos y familiares sin que la Contraloría ni los órganos de fiscalización internos frenen las ilícitas maniobras de la burocracia dorada representada por ella, el Secretario de Salud Vicente Joel Hernández Navarro y demás cómplices.

Hernández Navarro, Dora Celia y el grupo de la bata blanca que encabeza el Chino Velazco se han convertido en una peste que flagela la red de Salud Pública federal y estatal.

Aparte del abierto pillaje que realizan en todos los nosocomios del estado, esta banda depredadora se las ingenió para articular un padrón de proveedores amigos, socios y compinches que les ha permitido lucrar con el dinero de los tamaulipecos.

Como todos los pillos, se creen muy listos.

La ambición, los cegó.

El número de empresas participantes en las licitaciones estaba reducido, a una: Maniflosa SA de CV. Su propietario es Martín de Jesús Flores Rivera; este sujeto, en complicidad con Vicente Hernández y el Chino Velazco, era invitado a la competencia por los contratos de la Secretaría de Salud; con una salvedad: participaba él, su esposa y su madre.

De esa manera, el ganador quedaba en familia.

Obvio: con los respectivos moches para Hernández Navarro y Velazco.

Existe un mar de fondo en el robo en despoblado de la mafia de la bata blanca.

Operan por medio de un patronato, que avala los trafiques del Secretario Vicente y testaferros; la denuncia interpuesta ante la Fiscalía General de la República, lleva muchos nombres.

Donde le escarben: brotará lodo.

La esposa de Flores Rivera se llama Hilda Adriana del Pilar Peña Morales y representa a la empresa Proden Distribuidora de Equipo y Material del Norte S.A. de C.V. Participa en las licitaciones arregladas por Dora Valdez Zozaya y el Chino Velazco.

El caso llegó a las oficinas del gobernador, Américo Villarreal Anaya.

El doctor Carlos Pineda Murguía, es otro nombre que destaca en la voraz banda de la bata blanca en Tamaulipas.

En la reciente reunión de gabinete, Villarreal Anaya habló de que no se solapará a nadie. Las fallas tendrán que ser asumidas por los responsables.

Se presume que el Secretario de Desarrollo Rural, Antonio Varela Flores no es ajeno a los oscuros manejos de su esposa.

Hernández Navarro y Varela Flores, con el agua al cuello.

Después de la importante elección de jueces, magistrados y ministros, habrá noticias.

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