Por Alberto Serna
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Un promedio de mil 600 migrantes se encuentran actualmente en albergues de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, esperando que el Instituto Nacional de Migración (INM) realice el protocolo necesario para ayudarlos a regresar a sus lugares de origen, así lo comentó el titular de la Subsecretaría de Gobierno, Tomás Gloria Requena.
La situación dijo afecta principalmente a personas que no lograron ingresar a Estados Unidos, tras la cancelación de la plataforma CBP One por parte de las autoridades migratorias estadounidenses, incluso cuando ya habían tramitado su visa para solicitar asilo.
“Estos migrantes están en espera de que el INM aplique el protocolo que marca la ley para facilitar su regreso. Es un proceso que lleva tiempo, pero se está trabajando para garantizar que las personas reciban el apoyo necesario”, explicó.
Gloria Requena detalló que la cancelación de CBP One complicó los planes de muchos migrantes, quienes confiaban en esta plataforma como vía para lograr un proceso de asilo más ordenado. “Esto los ha dejado en un limbo legal y humanitario, lo que aumenta la presión sobre los albergues en las ciudades fronterizas”, añadió.
Además, el funcionario destacó la coordinación entre el gobierno estatal y federal para atender a estas personas, asegurando que se respeten sus derechos humanos mientras se resuelve su situación migratoria.
“La prioridad es garantizar condiciones dignas en los albergues y brindar la asistencia necesaria, pero también urge agilizar los trámites para evitar que estas familias pasen más tiempo del necesario en esta incertidumbre”, puntualizó.
Mientras tanto, organizaciones civiles y voluntarios han reforzado su apoyo para atender las necesidades básicas de alimentación, salud y seguridad de los migrantes. Sin embargo, la alta demanda de servicios sigue siendo un desafío para las comunidades que los reciben.
Se espera que en las próximas semanas el INM ofrezca una actualización sobre los avances en el proceso de repatriación, mientras las autoridades locales continúan gestionando recursos para atender la situación en los albergues fronterizos.