Por: Chano Rangel
La tormenta se llevó todo, lo que quedaba del PRI y regreso al PAN a su justa dimensión, partidos aliados en el corto tiempo, pero acérrimos rivales desde su fundación, para nadie es desconocido que el panismo, durante más de 8 décadas, fue la única oposición al PRI gobierno.
El destino y las circunstancias los ha unido, ir solos se tornaba difícil, pero claro quedo que el PAN, le hubiera ido mucho mejor sin la carga de un PRI carcomido y podrido, que desde hace algunos años se niega a morir. Para el PRD, es quizá la última participación, su desaparición es inminente.
Para el Sol Azteca esta puede ser la última apuesta, si lo números no le dan más del 3 %, su aniquilación es total, y los senadores obtenidos (3) se tendrán que unir a una bancada, con lo que representan en esta elección no les da para ser una fracción parlamentaria, no tendrán esas concesiones de ser una bancada, y su desaparición es quizá un trámite que pronto llegara.
En el PAN como lo ha dicho Marko Cortes, será una renovación, que debió ser hace algunos años, pero Cortes se aferró por un periodo más, donde perdió lo mucho que habían ganado; el PAN, paso el 2012, a ser segunda fuerza política, y en el 2018, ahora por cargar en su espalda al PRI, anda peleando el verde ser la segunda fuerza política en el congreso federal.
En Tamaulipas el PRI fue borrado, y si no fuera por la estrepitosa caída del Verde, su aniquilación seria parte del menú político en los próximos días. No hay vuelta atrás, cuando mucho alcanzara una diputación local, y claro ese lugar está destinado para la líder Paloma Guillen, que después de todo, fue la única que gano.
Para el PAN no será tampoco un día de campo, perdió y perdió feo (que gacho diaria la chaviza) y con tan solo dos o una curul ganada en las urnas, muy difícil será ser un bloque opositor de nivel, de altura, si no lo fueron estando parejos mucho menos estando con tan solo una bancada pírrica.
Como lo anotamos también los azules volvieron a su origen, a lo que durante décadas pudieron tener, 8, 9, 10 alcaldías, que, en la época de Manuel Cavazos Lerma, las más importantes eran Tampico y Matamoros, para el bando azul, además de la capital Victoria, con el tristemente célebre Gustavo Cárdenas Gutiérrez.
El PAN se quedó sin esas ciudades, no tendrá en su haber ninguna de alto calado, y solo Valle Hermoso, Rio Bravo y Miguel Alemán, se pudieran considerar de peso político, pero hasta en eso perdieron los panistas, el sólido sur, Chucho Nader, no pudo con tanto peso en su espalda.
Esto es, por una parte, el PRI, perdió el 90% de su militancia, de esa cantidad 80% se fue a Morena, y unos porcentajes menores al PAN y al partido Verde, como quedó demostrado en la última elección, ser un gobernador famoso no significa una victoria, cuando al móvil le falta motor, transmisión y llantas, como quedo de manifiesto con la derrota de Eugenio Hernández Flores.
El carro completo regreso, como cuando PRI gozaba de su poderío, el congreso local, tendrá mayoría morenista, ahora lo único que se ocupa es un buen liderazgo, un mejor enlace gubernamental con el poder legislativo y las cosas pueden caminar bien, esa es la idea, de lo demás hablaremos otro día.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
No queda mucho por contar, ayer San Fernando, quedo definido, y una vez terminado el conteo, la ganadora es Verónica Aguirre De los Santos, ex titular de Desarrollo Social de Tamaulipas.
Aguirre De los Santos, tendrá bajo su responsabilidad varios temas que se tienen que atender con prontitud, el primero y sin lugar a dudar es el agua potable, elemento vital para la vida en todas sus modalidades.
Otro será sin duda, tener en la mesa de seguridad, un buen lugar, para que San Fernando, tenga mejores condiciones de desarrollo económico y social.
Esperemos que también ya con los gobiernos en línea, se empiece a construir de manera rápida, el nuevo hospital general de San Fernando.