Por: Chano Rangel
Han pasado apenas unos días de campaña para el senado, en Tamaulipas, a las diputaciones federales y la máxima magistratura de México, la presidencia de la república, las encuestas dan una competencia muy cerrada en la presidencia de la república, aunque en Morena, dicen tener otros datos.
Sin embargo, la preocupación y señales dadas desde el mismo Palacio Nacional avivan la suspicacia y el pensamiento colectivo mexicano, la campana de ataques hacia Xóchitl Gálvez, no tendría sentido, si los números reales fueran los presentados por Morena. En este orden hasta Marcelo Ebrard, salió mordiendo el polvo, en la lapidaria respuesta de Gálvez.
Sin embargo, hay otras aristas, las microrregiones, los problemas definitorios, traen una yerga de dudas, que crece más cuando se van conociendo más nombres de perfiles para las elecciones locales, diputaciones federales, senadurías y las famosas listas plurinominales.
Aún falta mucho la carrera apenas comienza y los debates programados por el INE, serán quizá las plataformas definitivas para la decisión final del mexicano pensante y capaz, aquel no ocupa de la dadiva para salir a votar, y su voto es para su conciencia y mejor opción de este momento, este grupo llamado sociedad civil, será fundamental y para cualquiera de los dos lados será definitoria.
Pero hay más a confusiones que ni los mismos partidarios entienden, por ejemplo, la incursión del ex gobernador Eugenio Hernández Flores para competir a la formula por el senado, y donde va acompañado por otra enorme figura, Maki Ortiz Domínguez, ex alcaldesa de Reynosa, ex diputada federal, ex senadora de la república, y ex sub secretaria de salud en la nación.
La idea del “Plan C” era formidable como decían algunos morenistas, pero nunca imaginaron, que Maki y Geño, levantaran tanta ámpula política en la entidad, borrando del mapa a los aspirantes de Morena, Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal, y no solo eso se llevaron a sus filas a más morenistas que priistas, porque el priismo ya se había fracturado desde la campaña pasada, ya muchos trabajaban para la 4T, pero con la llegada de Eugenio, siguieron al amigo y ahora el frente de Morena quedo desprotegido del viejo PRI, que lo fortalecía en cada contienda.
Ahora ni los servidores de la nación, ni los morenistas están dispuestos a cruzar su voto para darle el triunfo al partido verde, el tiempo del Tucán, salió más grande de los que se pensaba, y en lugar de arropar y proteger a Morena, el Plan C, le está abriendo la posibilidad a la alianza del PRI-PAN-PRD, tener oportunidades de triunfo en Matamoros, Victoria y Madero, ciudades que no estaban en su radar.
Muy claro a quedado, lo que comentamos hace algunos días, el morenismo no cuenta con dos estructuras del mismo tamaño para hacer de dos contiendas competitivas, hasta el momento los hechos nos dan la razón, los eventos vistos en Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, y la zona sur, han dejado claro, que, a Eugenio Javier, hay muchos priistas-morenistas, que le deben artos favores.
Aunado a eso, la estructura municipal de Reynosa trabaja, por una parte, para sacar avante la contienda de Maki Ortiz, y de Carlos Peña, y si los candidatos a diputados federales y locales, además de la formula senatorial de Morena, tendrán que sacar de la chistera y del morral, recursos y esfuerzos adicionales, y que ahora si sepan Olga Sosa y José Ramón, que van solos y que esta ocasión no habrá olas que los lleven al otro lado del río.
Si las elecciones fueran en este momento, Morena estaría fuera de la contienda en el senado, y se quedaría sin senadores por Tamaulipas, porque como lo hemos argumentado, las decisiones tomadas y el famoso plan, también pueden ser la tumba de actores políticos, que hasta hace unos meses se sentían seguros en la cámara alta y baja.
Un tucán se come la 4T, pedazo a pedazo, los priistas que abandonaron el barco, que se habían refugiado en Morena, ahora son ecologistas y a los amigos de Eugenio Javier, les pesa más el compromiso y la amistad que la militancia partidista.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Las decisiones en Reynosa y Matamoros pueden dar resultados diametralmente opuestos, por una parte, el edil actual reynosense, Carlos Peña Ortiz, busca su reelección a la que tiene derecho, con un trabajo político y social, hecho con gran arraigo, dándole al desarrollo de la ciudad una continuidad en crecimiento en todos los sentidos.
Por otra parte, Mario López Hernández, ha cumplido con dos trienios en su gobierno, ya no hay más la ley así lo marca, una de las salidas, es que su competitividad le dé al morenismo votos, pero la negativa de escuchar por una parte y el aferramiento del edil, que querer imponer a su sucesor, olvidando una vieja ley no escrita “alcalde, no pone alcalde”.
La división de dos grupos antagónicos, se verán las caras, dejando un solo beneficiario, a la oposición, que ahora ve como lo que parecía perdido, este más cerca de una victoria, recordando aquella vieja fabula del gato y el perro, cuando discutían el robo del queso, y pidieron opinión al zorro, que de poco a poco y a vista del perro y del gato se comió el queso.