Por: Chano Rangel
Para las mayorías llegar al poder es una constante, sus acciones persiguen incidir en las masas, determinar su proceder y también determinar el curso de los aplausos, esos que al populismo le encanta, que las multitudes lo alaben y aplaudan.
En México, si tenemos un gobierno de izquierda, populista a cierta manera, de las necesidades de las mayorías, del pueblo sabio, de los verdaderos problemas de la nación, y dibujan sus acciones con tintes de revancha.
Todos los políticos y gobiernos de izquierda que han llegado al poder lo hicieron por la vía de la democracia, incluso los tiranos y dictadores, pero al llegar lo primero que hacen es colonizar las instituciones, derribar los otros poderes, avasallar y obtener el poder absoluto, a través del manejo de las leyes, de las cortes, jueces y magistrados, y sobre todo poseer poderes legislativos a su servicio y ordenes desde la silla presidencial.
No hay manera de errar en el camino, los caminos son viejos conocidos por muchos, pero negados por el partido en el poder, suprimir a la Corte para no realizar su función básica, de dirimir controversias constitucionales es una afrenta mayúscula por que marcara el inicio de una tiranía disfrazada.
El senado y la cámara de diputados le quitaron a la Corte Suprema; el poder de detener y analizar los cambios a la constitución, serán meros espectadores, la SCJN fue creada para eso, pero con esta nueva reforma, ya no podrá impedir el atropello de los deseos de la izquierda, la de someter a los otros poderes de la unión, llevando al país a una crisis constitucional jamás vista en la historia.
La presidente también este ordenando quienes o cuales, pueden ser candidatos para ocupar un puesto de elección popular para integrarse al poder judicial, un miembro activo de Morena está en esa lista de 5, y los legisladores aplauden tal decisión, ni en el viejo PRI, autócrata y popular, se había faltado tanto el respeto a las instituciones que conforman la nación.
Tener el poder también exige responsabilidad, algo que los congresistas en ambas cámaras olvidaron por completo; para que el pueblo los eligió, tampoco los voto la mayoría, fue el 54 % del padrón que salió a votar, la izquierda obtuvo 35 millones de votos, es decir el 54% del padrón que salió a emitir su voto, pero solo el 33% del padrón que conforma el país, es decir, 67 millones de mexicanos no están de acuerdo con la izquierda.
La mayoría está en la calle en las organizaciones civiles, en la oposición, pero la izquierda argumenta democracia en sus decisiones, porque aseguran que el país les dio la mayoría en las urnas, argumento tendencioso y embustero, porque la mayoría en las cámaras se las dio el INE y el TRIFE, que colonizaron en el sexenio pasado, y que con resoluciones tendenciosas acumularon el poder que hoy usan para aniquilar las instituciones que durante 10 años le dieron vida a este país.
Los cambios son buenos, siempre se busca que un país mejore, que crezca, el mundo lo exige y la ciudadanía lo demanda, pero los cambios nunca deben de ser hacia atrás, ejemplos hay muchos, en lugar de ver a Venezuela, Cuba o Rusia, deberían de voltear a Chile, Canadá, Dinamarca, Noruega, España y países ejemplos en sus instituciones.
El poder también debe de ir acompañado de responsabilidad, de estudios, de debate, de discusiones y darles a las minorías espacios de participación, en una democracia cabemos todos, o cabíamos hasta hace seis años.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
En todas las regiones de Tamaulipas en los municipios gobernados por Morena, la frase común es que “el pueblo manda” siempre y cuando este pueblo no vaya en contra de los designios de la presidente o del alcalde en turno.
Una pieza fundamental del andamiaje en un municipio como San Fernando son los delegados ejidales y de las comunidades agrícolas y pesqueras, se esperaba que estos fueran electos por su núcleo la que representaría, pero no es así, las cosas no son democráticas, y se están designando por el secretario del ayuntamiento, José Guadalupe Reséndiz Pantoja.
Este es el mismo servidor que ordeno la baja de los bomberos que fueron despedidos de heroico agrupamiento, se equivocó en su haber, no eran voluntarios, si no servidores públicos, quizá de los únicos que brindan un buen servicio.
En los acomodos, la presidente Verónica Aguirre tendrá que pegarle a la mesa y meter orden, hace ya un mes, ha dejado de ser la candidata electa de Morena al gobierno municipal, para ser la presidente de todos los sanfernandenses, sin colores y sin distingos.