Por: Chano Rangel
La obra social y publica en nuestro país, pareciera ser acciones de tres y seis años, como si las construcciones y momentos tuvieran una temporalidad de principio y fin, no más allá de un periodo constitucional, como si el proyecto no tuviera un porque seguir más allá de este tiempo.
Pero cuando una obra es fundamental, es de una causa mayor, de cualquier gobierno, por el bien superior una ciudad o estado, entonces se vuelve imprescindible darle seguimiento sin distingo de partidos políticos.
En Reynosa, las obras de crecimiento, son claro ejemplo de una continuidad en las acciones, para darle a las miles y miles de familias de estas ciudad mejores condiciones de vida y desarrollo. Las acciones emprendidas por el ex edil Maki Ortiz, dieron un nuevo rostro a la ciudad, una nueva vertiente para el crecimiento y el empoderamiento del municipio.
Durante este nuevo ciclo que la política trajo consigo, el edil Carlos Peña, dio continuidad a todas aquellas obras, que eran necesarias para el mejoramiento de vida de los reynosenses, para darle solidez y certidumbre a los proyectos de desarrollo que, sin lugar a equivocaciones, dan una nueva vertiente a la ciudad más grande de Tamaulipas.
Esta semana un ejemplo tácito de continuidad y desarrollo se dio en la construcción del albergue Municipal de Migrantes, un lugar para el refugio de migrantes, que buscan un sueño de vida, que transitan kilómetros y kilómetros por darle a su familias un mejor bienestar.
Esta magna obra comenzó en la administración pasada, sin embargo con una visión de futuro, el edil actual le dio continuidad al desarrollo de la obra, para que esta se concluya sin el mayor contratiempo, para que sea concluida y se pueda tener un lugar temporal para los migrantes de todas las regiones del mundo.
Reynosa es la ciudad más grande de Tamaulipas, la que más empleos genera, y en la que la búsqueda del sueño americano, se ve con mayor ahínco y de manera recurrente, las grandes olas de migración, afectan la vida diaria de la ciudad, con problemas de hacinamiento, y salud pública.
Por razones humanitarias y de salud pública, se vuelve imprescindible tener un lugar para darles refugio a estas familias con vulnerabilidad grave, y se hace preciso darle seguimiento a las obras que traigan consigo un lugar apropiado, para mitigar el duro tránsito de la migración en la región reynosense.
La obra en cuestión, se construye con la aportación municipal y de grupos sociales, que ayudan a las familias de los migrantes en ambos lados de la frontera, acciones que dan un verdadero apoyo moral y social a estas familias que abandonan sus lugares de origen, para tener mejores condiciones de vida para sus familias y descendencia.
La visión del gobierno reynosense, da la certeza que en corto tiempo, las familias que hoy viven en plazas públicas y refugios inapropiados, tendrán un lugar digno, que de manera temporal aliviara su paso por esta ciudad, que genera y da nuevas esperanzas todos los días a miles y miles de familias, nacionales y extranjeras.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Mire lo que son las cosas, el embajador Ken Salazar, le dio la respuesta a la insistencia de López Obrador, a la reforma eléctrica, y aseguro que sin confianza y con incertidumbre, difícilmente habrá inversión y con ellos no se garantiza el crecimiento.
En esta declaración el representante de la Casa Blanca, en México, fue muy preciso en sus aseveraciones, y les dio a los inversores en energías, que han puesto su dinero en México, una garantía de que no se afectara sus negocios y fuentes de empleo que generan en nuestro país.
Sin embargo, también dejo claro que regresar al pasado en la producción de energías, es ir en contra de la naturaleza, en contra del crecimiento mundial, y de los acuerdos internacionales, para la generación de energías limpias.
No se puede apostar el futuro de las nuevas generaciones, con acciones retrogradas y populistas, más claro ni el agua.