Familia de Alcalde consumen el erario de González

  • Miguel Zúñiga Rodríguez tiene en nómina a primos, hermanos y demás parientes.

González, Tamaulipas.- Del decálogo de Andrés Manuel López Obrador, se desprende aquella icónica frase: “No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”.

Mandato que ha hecho suyo el actual Gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya.

Bases de honestidad con las que la Presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, sigue tejiendo el segundo piso de la transformación.

Todo lo contrario, sucede en la tierra del buen Tequila y los mejores amigos: González. Aquí el Alcalde de González, Tamaulipas, doctor Miguel Zúñiga Rodríguez, hace todo lo necesario para construir un gobierno desaseado, opaco, deshonesto, que induce directamente en conflicto de interés y propicia la corrupción.

Sus (re) acciones motivadas con sentido político, son ajenas a la transformación que prometió; en cambio siguen la línea de la corrupción, que irónicamente, juro acabar con ella.

Familia consanguínea en posiciones externas e internas dentro del Gobierno Municipal y del Sistema DIF, a las que delega poder y decisiones; se mueven ostentando cargos en direcciones y jefaturas. Lo cual además de representar un delito, es una burda burla a los principios de “No robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

El reciente caso de abuso de poder, es la designación de José Francisco Campos Tello, como Director de la UBR.  Quien, sin título ni cédula profesional, es colocado en un puesto de primer nivel dentro de la estructura orgánica del Gobierno Municipal.

El médico en funciones de alcalde, incurre en un notable conflicto de interés, al contratar familiares para desarrollar cargos y responsabilidades en la administración 2024-2027 del gobierno municipal.

Como administración incurre en nepotismo, pues el pasante de dentista, es hijo de quien es electa alcaldesa suplente del alcalde en funciones.

En 7 meses de administración de Miguel Zúñiga Rodríguez, el desacato a la ley, la violación al Código Municipal es una constante principalmente en la contratación y otorgamiento de cargos y puestos de primer y segundo nivel dentro de la estructura del Gobierno Municipal.

Sus defensores podrán  desvirtuar el hecho con alegar una banal excusa para evadir la ley, lo que no pueden justificar es el evidente tráfico de influencias que el ciudadano Gonzalense tiene perfectamente bien identificado.

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